Todo es posible

Por un billón de dólares

Público

Gorbachov ha dicho que Estados Unidos debe retirarse de Afganistán, pero antes tiene que dejar un Gobierno democrático que se ocupe de los intereses de su pueblo. Consejos vendo que para mi no tengo. Los soviéticos no lo hicieron cuando abandonaron el país. El pobre pueblo afgano lleva demasiado tiempo dejado de la mano de Alá, por culpa de la corrupción de sus dirigentes y de la avidez de las grandes potencias. Ahora sabemos que, además de los intereses estratégicos y el reclamo de los terroristas de Al Qaeda, tanto soviéticos como norteamericanos llevaban años analizando el subsuelo de los campos donde se cultiva el opio. Un paréntesis para recordar que en Afganistán se produce el 90% de la heroína que se consume en el mundo, cuya industria manejan los señores de la guerra, los políticos corruptos del Gobierno de Karzai y los talibanes que controlan el trasporte de la mercancía.

Resulta que los geólogos estadounidenses han valorado en un billón de dólares la riqueza de esa tierra repleta de minas de hierro, cobre, oro, cobalto y, especialmente, de grandes reservas de litio. Sería un excelente hallazgo para los pobres afganos si pudieran pasar de cultivadores de opio a prósperos mineros, pero con el argumento de que carecen de carreteras, maquinaria, transporte, experiencia y capacidad, tendrán que conceder a otros la explotación de las minas. Mala noticia para el utópico restablecimiento del orden democrático. Lo confirma el informe de la ONU: la violencia y la criminalidad se extienden. La retirada de las tropas internacionales se complica. Con un billón de dólares de recompensa, ya nadie soltará la presa.

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