Trabajar cansa

Los dos telediarios de ETA

 

Que a ETA le quedan dos telediarios es algo que parece más que evidente, sobre todo después de la conferencia de ayer en San Sebastián. Lo que no sabemos es quién presentará esos dos telediarios, si será Ana Pastor, o si lo hará el Urdaci de turno con que el próximo gobierno sustituirá a la periodista que parece ser su bestia negra. Es decir: si el final llegará en el tiempo de descuento de Zapatero, o habrá que esperar a la próxima legislatura ya con Rajoy.

La diferencia no es poca cosa, y puede acelerar el final o alargar un poco más el último capítulo. Porque si hasta ahora, con un gobierno que según la derecha se da besos de tornillo con los terroristas, no dejan de acumularse palos en la rueda del proceso de paz (palos judiciales, policiales y políticos), imagínese los troncos que desde el gobierno podría meter en esa rueda un partido que insiste en que sólo se conformará con la madre de todas las derrotas. De ahí la urgencia de algunos porque ETA diga adiós antes del 20-N, no ya por un interés electoral sino porque después podría ser más difícil el último paso.

Dicen que en todo el proceso actual, en los pasos que ETA y la izquierda abertzale han ido dando, hay un componente teatral, de representación. Según decía ayer un diario, los expertos policiales creen que la banda está "teatralizando" decisiones ya tomadas. No digo que no, que ETA no necesite algo de pompa para su entierro, y tampoco vería mal que se permitiese un poco de teatrillo si sirve para acabar antes. Pero igualmente hay una buena dosis de teatro en quienes estos días insisten en que sólo aceptarán una derrota policial y carcelaria, pues ni ellos mismos se creen un final así, no al menos a años vista.

Por eso, porque presupongo el teatrillo de unos y otros, soy optimista: estoy convencido de que ese final es ya irreversible, y que incluso si volviese al ministerio del Interior ese Mayor Oreja que ayer mismo insistía en el pacto ETA-PSOE, no habrá ya manera de desandar el camino, y muy necio habría de ser Rajoy para no aprovechar y rematar una faena que está casi a punto.

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