Ya ha enseñado la patita: Rajoy ha dicho que "necesitará cinco años para poner en marcha sus propuestas".

¿Pero no iba a ser todo tan veloz?  ¿No se iba a recuperar la confianza - ¡el gran problema! - al día siguiente de su llegada al poder?     ¿No iba a bajar el paro mes a mes desde el primer momento y de manera firme? Y tantas y tantas promesas. ¡Menos lobos, Mariano!

O sea, que va a ser usted como el anterior; ni mejor, ni peor, en esto de lo económico. Una vez más, palabras.

Y es que la cosa no es fácil, por mucho que ustedes quieran hacerlo ver. Por favor, no acaben con la paciencia democrática de los españoles.

¿Acaso no saben ustedes, usted y quien haya sustituido a Zapatero, que mientras no se pongan de acuerdo ninguno sacará al país de la charca? No conseguirá arreglarlo usted solo. ¿Se les caerían los anillos si lo hacen? ¿No se pusieron de acuerdo en el terrorismo (salvando la necesidad moral que éste comporta)? ¿No deberían  hacerlo en la educación? Por favor, no queremos un nuevo calvario de medidas anunciadas durante cinco años. ¿Y cuántos para la realización efectiva? Una y no más, como santo Tomás.

Así sí que demostraría usted ser un hombre de Estado. Corresponsabilidad en la gestión. Al enemigo, no solo agua sino que coma lo mismo que yo. Lo que Zapatero no hizo y así le fue. Los españoles se lo agradeceríamos y comprobaríamos su probidad política. Retire usted la patita y camine en esa dirección. Su prestigio político aumentaría. No existe otra salida: España y su hundimiento económico es un problema de todos, que tienen que solucionar entre todos. Hasta Izquierda Unida y los grupos autonómicos se apuntarían. Creo. Esto no es un pulso entre ustedes. Esto es un pulso a España.