El calamar Rajoy ya ha empezado a soltar tinta. No sabe, no contesta, sí, hombre, ya veremos, pero ¡ay del que la haga como me entere! No del que la hizo o hicimos. Escándalo nuevo, remedios viejos.

Como siempre, una vez más es en los denostados jueces donde reside la posibilidad de esperanza y de Esperanza. En buena ortodoxia, es procesalmente inevitable que el juez Ruz vuelva a llamar a declarar al señor Bárcenas para que le aclare lo de las cuentas suizas y estadounidenses. Ése será el hilo del nuevo ovillo, y de ahí puede salir la solución del jeroglífico: o lo mete en la cárcel o no lo mete. Si no lo mete, aquí paz y después solo sospecha; si lo mete, el pajarito puede cantar y contar con pelos y papeles lo de los sobres de las generosas pagas. Éste es de los que no se come solito el marrón. Salvo que no haya manta, y el calamar se aleja de las aguas revueltas. (Para los puristas se debe precisar que siempre habrá un fiscal coherente o un abogado de una acusación particular que solicite al juez la prisión. ¡Sería espectacular que el abogado de esa acusación fuera el exjuez Garzón, ahora colegiado como letrado en ejercicio y conocedor como nadie del sumario, que él instruyó hasta que lo condenaron, pero que, puristas, en ningún caso su actuación de abogado sería causa de recusación).

¿Habrá manta o todo será una elucubración, una estrategia calculada, una confabulación mediática y de FAES, la fundación de Aznar, para desprestigiar y hundir al calamar y colocar, mediante las necesarias y oportunas elecciones, a Esperancita Aguirre como Presidenta del Gobierno de España, haciendo realidad política y práctica el ultraconservador Tea Party español? Los españoles de bien la adoran. Y a Aznar más, frente al blandengue del cefalópodo. Incluso cabría la monumental sorpresa de que, con los trámites constitucionales pertinentes, el señor Aznar se convirtiera en el primer Presidente de la III República española. Sí, como es domingo, alucino. Todo depende de la manta. Por cierto, se gratificará espléndidamente a quien dé razón del paradero de la oposición política que atiende por PSOE e IU.

Pero mientras se verifica si como dijo Esperancita ‘estamos ante una crisis institucional gravísima’ o no, el calamar, y todos los calamarcitos, siguen soltando la tinta de sus simplezas ante sus huestes municipales sin que aparentemente se les turbe el ánimo y escapándose, de momento, de las redes de los pescadores del pueblo para perderse en el Mar de las Aguas de Borrajas.

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Gota TELEVISIVA: Se dice que Telecinco, a pesar de ser propiedad mayoritaria de Berlusconi, va a producir un reality show político llamado La dimisión, mezcla de Gran Hermano y Sálvame, con la participación de Bárcenas, Durán i Lleida y varios más, cuyo casting se está realizando. Por lo visto hay colas de aspirantes. Los premios se abonarán en sobres para que no tengan que tributar a Hacienda.