Cartas de los lectores

26 de agosto

La estafa del verano
Este verano hay una estafa que sobrepasa las que normalmente estamos acostumbrados a escuchar en las noticias. Los miembros del PP han creído que la mejor forma de hacerse valer en época estival es crear la estafa del verano al puro estilo de los programas del corazón.
Al no tener propuestas que presentar a la ciudadanía, el PP se ha ganado la portada de los medios inventándose una de espías a lo Mortadelo y Filemón con toda la TIA detrás. Esta deriva que han tomado a golpe de papel cuché tiene que acabarse.Creo que los ciudadanos no podemos sentirnos representados por un partido que se inventa conspiraciones inexistentes, poniendo en jaque nuestro Estado de Derecho y los poderes públicos que lo sustentan.
Raúl Santiago García López / Santander

Los políticos y la educación
Habitualmente, cuando los políticos hablan de la asignatura Educación para la Ciudadanía lo hacen con satisfacción, ya que tiene por objetivo enseñar a los alumnos las normas de la buena convivencia: respeto, tolerancia, cumplir la ley, trabajar con provecho, justicia y honradez, lealtad,
escuchar y dialogar...
Pero ¿ellos qué hacen? El respeto se vuelve una palabra vacía. Para dialogar se precisa también escuchar, pero con frecuencia levantan más la voz para ahogar otras.
Se dice que todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero vemos que para sacar provecho personal también utilizan el "calumnia que algo queda". Lealtad, ¿sabrán lo que quiere decir? Porque la honradez la perdieron por el camino.
Si su trabajo es procurar un digno trabajo para todos, no se ganan el sueldo que reciben. A sus señorías les conviene hacer muchas horas de codo para aprobar la asignatura.
Mª del Pilar Fargas / Tarragona

Indeseables
¿Cómo es posible que ciertos individuos tengan el deseo y la necesidad de buscar el placer sexual mediante la vejación y el dolor, en la abyecta oscuridad de la prostitución infantil?
En calidad de turista se viaja a países donde las difíciles condiciones de vida facilitan las relaciones sexuales con menores de edad necesitados, amenazados y extorsionados y, tras el particular disfrute, los personajes regresan a su morada para continuar desempeñando su condición de respetables u honorables señores.
Dicen que la cara es el espejo del alma, pero a estos indeseables no se les notan las facciones de la aberración.
Alejandro A. Prieto / Asturias

Retorno
Cuando se aproximan los últimos días de agosto, más de un ciudadano se percata –bien a las claras– de que las soñadas vacaciones anuales veraniegas tocan ya a su fin. Y siente en carne propia que los gastos de los colegios y universidades, los monumentales atascos en la carretera, el odioso despertador, así como la rutina del trabajo diario están justo a la vuelta de la esquina. Así que no le queda otra alternativa que hacer acopio de valor y energía para subir la novena cuesta de la temporada –como es la de septiembre– a la vez que dejar a un lado la tristeza, la irritabilidad, el insomnio, las alteraciones del apetito y, principalmente, la desmotivación como síntoma más significativo del denominado
síndrome postvacacional.
Los especialistas –que por haberlos, haylos– recomiendan que cuanto antes se vuelva a la rutina anterior mejor irá el retorno, así como que es preciso ponerse inmediatamente manos a la obra para que nuestra adaptación sea lo menos traumática posible.
Miguel Sánchez / Zaragoza

Dónde están las pruebas
Desde que perdió las elecciones de 2004 el Partido Popular ha centrado su labor como oposición en provocar crispación y desánimo. Sin embargo, a partir de que sus conexiones con la corrupta trama Gürtel han ido siendo más claras, sus dirigentes han extendido y perfilado sus ataques en lo que parece un intento desesperado e irresponsable de maquillar sus culpas. En todo esto, lo lamentable no es sólo que Mariano Rajoy apoye conductas de destacados miembros de su partido –que son cuanto menos dudosas– o que no haya hecho ni siquiera un amago de autocrítica. Lo realmente
preocupante es que al PP no parezca importarle que su empecinado envite contra el otro se lleve por delante la confianza ciudadana en instituciones esenciales dentro de un Estado de Derecho.
En la anterior legislatura fue la famosa conspiración para sacarles del Gobierno, ahora se trata de acabar con el PP a través de una conjura orquestada por quienes nos gobiernan, algo que, de tener algún mínimo fundamento, constituiría un hecho gravísimo y merecedor de acciones mucho más contundentes que sus varios exabruptos veraniegos.
Si no aportan pruebas de forma inmediata, quienes representan a esas instituciones deberían denunciar sus injurias y obligarlos a callar. Lo contrario supondría seguir alimentando la duda y legitimar, de alguna manera, la calumnia y el engaño.
Nela Mata / Sevilla

De espaldas y cuesta abajo
No sé a ustedes, pero a mí, me parece bien. Me refiero a ese enfoque retro que la Iglesia católica quiere darle a su culto.
Desde el Concilio Vaticano II las cosas se habían ido de madre, pero ¿cómo se podía concebir que un rito sólo accesible para iluminados y eruditos, como es la santa misa, se tradujera en algo inteligible para el vulgo? Y no sólo se celebraba el sacramento de cara al público, iba más allá la blasfemia.
Por todo el mundo es sabido que con quien debe situarse la Iglesia es con el poder, porque ambos se retroalimentan. La primera aportando oscurantismo y resignación al servicio de los poderosos y estos perpetuando su reino de los cielos en la tierra. Y de espaldas al pueblo, por supuesto, y hablándole en latín.
Ana Cuevas / Zaragoza

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