28/06/201028/06/2010

Se pongan como se pongan
Dos años después de las elecciones, el PP sigue repitiendo que Zapatero tardó en admitir la crisis, que las medidas adoptadas llegan tarde y que ellos tienen la receta mágica para impulsar la economía, una receta que ni cuentan a nadie ni aplican en las comunidades que gobiernan. Esos son sus argumentos para negarse a todo.
No sólo Grecia, con la que inicialmente nos compararon una y otra vez, sino también Alemania, Francia, Italia, Portugal y ahora Reino Unido, han adoptado medidas de ajuste que afectan al sueldo de los funcionarios, la edad de jubilación, la congelación de las pensiones o los recortes en gasto social. Siguiendo el discurso de Rajoy, todos han reaccionado demasiado tarde. El discurso del PP se cae por sí solo, a no ser que considere que los gobiernos europeos no hicieron sus deberes y están improvisando, o que Zapatero no sólo es el culpable de la crisis económica española, sino también de la mundial.
Alberto Ríos Mosteiro / Madrid

Propuesta para una tasa diferencial por salarios
En las naciones del Primer Mundo tenemos un problema. Nuestras empresas se están marchando a instalarse en los países donde la mano de obra tiene un valor de subsistencia. No podemos competir con esos ínfimos salarios y, además, no debemos ser espectadores de la explotación de las clases trabajadoras por las empresas multinacionales.
Tenemos que reaccionar ante esta competencia desleal: propongo una tasa diferencial por salarios.
Será un impuesto a las importaciones con un valor del coeficiente a aplicar según las diferencias salariales entre el país exportador y el importador.
Las mercancías que compramos nos saldrían algo más caras y esto nos obligaría a abandonar el exagerado consumismo. En nuestros países ya no se destruiría el tejido industrial por la deslocalización. El Gobierno retendría empleos e ingresos de las empresas, que ya no se marcharían, y en aquellos casos que a pesar de la tasa siguiéramos importando, esta dejaría una entrada de dinero para la Hacienda Pública.
Pido a los gobiernos que si encuentran algo mejor lo apliquen. La nivelación por abajo es lo más fácil, pero no es la solución.
Antonio Lago Díaz
Donas Gondomar (Pontevedra)

Algo falla: se extiende
la desconfianza
En una reciente reunión de la comunidad de vecinos, se realizaron tres sugerencias que invitan a reflexionar sobre cómo se ha ido extendiendo la sospecha hacia el prójimo.
Una propuesta hizo referencia a la conveniencia de instalar un videoportero para controlar el acceso de quienes pretendan entrar en el portal. Otra planteó la opción de colocar una cámara en el ascensor para tratar de identificar a la persona que incumpla las normas esenciales de respeto y convivencia. Y también se mencionó la posibilidad de instalar una cerca metálica de media altura en el anteportal con el fin de marcar y despejar cualquier duda respecto a la delimitación de la propiedad privada.
Hay inmuebles con ascensores que funcionan bajo llave o con un código numérico, escaleras con puerta de acceso restringido, espejos para ver los ángulos muertos en el interior de los portales y, además, las cámaras de videovigilancia proliferan como champiñones en los espacios públicos.

¿Es razonable esta inquietud?
¿Ha aumentado la inseguridad objetiva o cuantificable, o es una cuestión de percepción desmesurada?
Cualesquiera que sean las causas, es evidente que algo falla, porque semejante atmósfera social no es lo más propicia y deseable para las relaciones humanas.
Alejandro Prieto Orviz
Gijón (Asturias)

Huelga de Metro: el porqué
del paro
Que me quiten el 5% de mi salario de trabajador de Metro no me destroza la vida, y si fuera para repartir la riqueza con los más necesitados, incluso me alegraría, pero no nos engañemos: hacemos huelga para defender el derecho de los trabajadores a que se cumplan los convenios. ¿Se imaginan un mundo donde un empresario pueda incumplir de forma unilateral la parte del convenio que le interese y, en cambio, el trabajador, le guste o no, esté obligado a cumplirlo a rajatabla bajo amenaza de sanción?
¿Insolidarios? Caja Madrid pide al erario público 4.465 millones de euros para unirse a Bancaja y poder despedir a 3.500 trabajadores. El ministro de Trabajo, responsable de la reforma laboral, dice que hay que subvencionar a los empresarios para que puedan despedir trabajadores. La Iglesia católica no paga impuestos y recibe a cambio miles de millones. Los bancos reciben millones para salvarse de la crisis que ellos han provocado. Se elimina el impuesto de patrimonio a los más ricos. Se gastan miles de millones en vacunas para enriquecer a los laboratorios farmacéuticos y luego no sirven para nada. Los fabricantes de coches, las constructoras... Con todos estos sí soy insolidario.
¿Trabajo fijo y seguro?
Quieren hacernos creer que es un privilegio, cuando es algo a lo que deberíamos tener derecho todos. En Metro hay muchos trabajadores con contrato parcial. Lo que no cuentan es que si hago uso de mi derecho constitucional de ir a la huelga se me amenaza con el despido, ya que los servicios mínimos me lo impiden.
José García Cea / Madrid

Mezclar las churras
con las merinas
Tengo mi opinión, pero respeto a las personas a las que les gusta eso de las corridas de toros y también respeto que a muchos aficionados a los deportes, sobre todo al fútbol, también sean aficionados a la tauromaquia.
Pero lo que no entiendo es por qué en importantes y diferentes medios de comunicación totalmente deportivos, se incluyen secciones de este tema y frecuentes comentarios en sus programas.
Creo que en todos los aspectos los toros y el deporte son cosas muy diferentes, y eso, sin duda, es "mezclar churras con merinas".
Federico José Marín Rodríguez / Jerez de los Caballeros (Badajoz)