El azar y la necesidad

¡Vuelve Manolo!

Hoy se cumplen diez años de la muerte de Manolo Vázquez Montalbán. Su hijo, Daniel Vázquez Sellés, acaba de publicar un libro muy interesante y tierno,  dedicado a la figura de su padre, "Recuerdos sin retorno". Si lo leen descubrirán a un hombre entrañable, sensible y cercano. Diez años puede parecer un periodo de tiempo suficientemente dilatado para asumir una pérdida, para integrarla, pero en el caso de Manolo perdura un vacío muy difícil de llenar. Manolo era un gigante, un hombre con una cultura muy vasta, un escritor prolífico y sensible, con una obra poética muy interesante, un magnífico observador y analista de la actualidad, un periodista de prestigio,  un intelectual. Pero no un intelectual cínico y presumido a la manera de Vargas Llosa, ni con el afán de notoriedad de Sartre, o con la desesperanza existencial de Camus, o sometido al dictamen del partido como Gramsci. Manolo era otro tipo de intelectual,  uno  comprometido y libre, alguien que no temía perder su prestigio cuando opinaba,  como Emile Zola, capaz de lanzar  un "J'acusse" demoledor contra el explotador de turno.

Por eso la pérdida de Manolo se hace más cruel en el actual contexto de crisis institucional, económica, política y social, con el trasfondo del hundimiento de la izquierda tradicional, del prestigio de partidos y sindicatos, con el conflicto sobre la soberanía en Catalunya. En nuestro presente se echa a faltar un dedo acusador, que señale sin piedad, con argumentos. Necesitamos a alguien insobornable a quien poder escuchar, a alguien sabio de quien aprender, a alguien sensible con quien  emocionarse: necesitamos a Manolo  y ahora lo necesitamos más que nunca.

Manolo era una persona orgullosa de su origen humilde, que se emocionaba con el paisaje  del Raval , que sentía empatía hacia sus personajes, náufragos y perdedores, elevados a la categoría de héroes literarios en sus novelas. En el número once de la calle Botella, cerca de la plaza del Padró, hay una placa que recuerda el lugar donde nació, con una cita de su personaje más conocido, el detective Pepe Carvalho, que resume muy bien la forma de pensar de Manolo: "Algo parecido a la belleza de la miseria se ha grabado en el rostro de las casas". ¡Vuelve Manolo!

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