El mapa del mundo

Lo micro y lo macro

En el Próximo Oriente las buenas noticias son tan escasas que, cuando alguna asoma la cabeza, todas las precauciones son pocas. En estos días de junio –y salvo cataclismo en sentido contrario—al menos tres signos pueden ser portadores de esperanza.

La semana empezaba con el dato de que hace muy pocos días, Israel y Siria han tenido un encuentro bilateral mediado por Turquía, y que ambas partes han valorado como positivo en relación a los Altos del Golán, que Israel ocupa desde 1967. De hecho, no es la primera vez que negocian, pero tan sólo hace un par de meses que reanudaron unos contactos descalabrados en estos últimos años.

Además, otras noticias confirman que  Israel está dispuesto a liberar varios (o bastantes) presos libaneses a cambio de los dos soldados israelíes capturados en 2006, estén vivos o muertos. A esto podemos sumar que Hamas hizo llegar a los padres del soldado israelí preso en Gaza desde hace más de dos años una carta manuscrita.

Y sobre todo, con mucha cautela, la noticia de que Israel y Hamas han acordado un alto el fuego, una tregua, a partir de la madrugada de hoy, es de crucial importancia. Primero, porque ya hubo una que funcionó durante algo más de un año, después de que Hamas ganase las elecciones legislativas palestinas. Segundo, porque más allá de retóricas oficiales sobre no negociar nunca nada con terroristas, al final resulta que a veces sí. Y sobre todo, el macrofraude de Annapolis ¿que tal? Pues nada, cero, a veces lo micro funciona mejor que lo macro.

Pere Vilanova 

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