La revuelta de las neuronas

El miedo como última trinchera contra el cambio

La peculiar apelación a la figura de Robespierre asociada con un bebedor de sangre, ha sido utilizada a modo devagabundo advertencia sobre los peligros que arrastra pensar una sociedad que aspire a la igualdad y la libertad. Se suele olvidar por el contrario, mencionar la vuelta o el estreno, de un peculiar absolutismo y los tics pre-(post)-modernos que asaltan a la propia democracia parlamentaria más convencional. Produce pavor observar con naturalidad algunas actitudes bastante alejadas de lo que comúnmente asociamos a la democracia, que bien pueden calificarse de injerencia y cuyo fin no es otro que inocular el miedo para coaccionar la libertad de voto. Más tarde nos preguntaremos cuál fue la materia prima de los totalitarismos. No hay que buscarla fuera de los mecanismos de la racionalidad neoliberal; son su masa madre de la que luego fermentan.

El relato que se construye contra la posibilidad de cambio y  amputa a la ciudadanía su derecho a elegir opciones distintas, proyecta la idea de una supuesta Europa armoniosa frente a un Godzilla que viene a destruirla. "Advertir" "Amenaza" "Europa teme", son la partitura de la misma melodía.  Nada nuevo bajo el sol, en las pasadas elecciones griegas de 2012 ya se puso en marcha una maquinaria similar: El último mitin electoral en el día de reflexión lo dio Angela Merkel en un acto de su partido: "Espero que el gobierno salido de las urnas cumpla sus compromisos." Syriza no ganó las elecciones y el titular de las portadas del ABC y de El País al día después, era el mismo: Grecia da un respiro a Europa.

La mayor parte de la deuda griega viene del BCE, FMI o fondos europeos y se estima que desde 2010, el 77% de los fondos de rescate al país heleno han ido a parar directa o indirectamente, al sector financiero. La economía griega se ha contraído un 22% desde 2008, tiene una cuarta parte de la población en paro, una industria en declive y un 15% de trabajadores que son pobres. Con todo, el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovici, ha visitado en los últimos días Atenas para destacar los beneficios de los dos rescates griegos. El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, el mismo que bajo su mandato como primer ministro en Luxemburgo 340 multinacionales pactaron con el Ducado pagar tipos fiscales inferiores al 1%, interfiere diciendo que, "no me gustaría que fuerzas extremistas llegaran al poder" y que "preferiría que aparecieran caras conocidas".

Al tiempo que se trata de impedir que un gobierno democrático decida  optar por no asfixiar a su gente, se está mirando de reojo a España. Pero no hay que olvidarse de que mientras Grecia es el 2-3% de PIB europeo, España representa el 12%, España es la 4ª economía de la zona euro y es un país de riesgo sistémico, es decir, sin España no hay Europa y nadie quiere renunciar a Europa. Recordemos que los que tratan de meter miedo a la gente, son los que están más asustados con la posibilidad de cambio político en el sur y en Europa.

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