Luna Miguel

Jazz y ZP en la misma frase

Jazz y ZP en la misma frase

Las cosas coinciden. El otro día tuve que acompañar a Chus a ver Chicago. Nunca había ido a ver un musical y la verdad es que no me decepcionó, pero acostumbrada a ser una chica de lo audiovisual, algunos momentos de la representación me parecieron bastante cutres. No sé. Quizá fuera el ambiente. El olor de aquel sitio. El aspecto del público cuya media de edad no bajaría de los cincuenta. Las señoras emperifolladas y horteras creyendo aparentar algo muy glamouroso para luego comportarse como niñas de doce años y gritar ¡guaaaapo! al protagonista de 'Amar en tiempos revueltos'. No sé. Ya digo. Quizá fuera la purpurina en el aire. No sé, no sé. Lo que si sé es que los musicales son como la política. No sólo por lo kitsch, también por sus seguidores, cuya media de edad no bajará de los sesenta.

Esta mañana escuchaba la radio en el autobús y los locutores de un programa musical se burlaban de ZP por su reciente pérdida de popularidad. Entonces las cosas coincidieron en mi mente. Me acordé de Chicago e imaginé al presidente bailando claqué en la celda de una cárcel de la que sólo se puede salir embobando a la prensa y a los espectadores con mentiras y frases fáciles. Esta cárcel se llama Crisis. Esta cárcel se llama Quiebra. Esta cárcel se llama Caída y esta es la cárcel  en la que estaremos todos presos hasta que esos inútiles dejen a un lado victimismos y la culpa la tienes tú y no, que la tienes tú tú tú y yo tengo la solución pero no te la digo HáHáHá. Y entonces el mundo se llena de risas malévolas a la espera recochinear puestos. De ser las primeras en un ficticio hall of fame. De ser las mejores en mover un esqueleto de lentejuelas y plumas que a mí tan poco me interesa.

Más Noticias