Monstruos Perfectos

Septiembre es una estación

Bird, el protagonista de la desasosegante Una cuestión personal, de Kenzaburo Oé acaba de ser padre de un hijo monstruoso, una criatura que pareciera tener dos cabezas. Llevo apenas 50 páginas de la novela y ya sé eso. Y que lo que más desea Bird en el mundo es viajar a Africa, escapar de su encerrona matrimonial y no volver a pasarse borracho cien días seguidos. O sí. Me quedan 140 páginas para saber si finalmente su retoño sobrevive, si él vuelve a darle a la frasca con fruición y qué sucede con su fantasía africana. Supongo que lo averiguaré todo esta tarde, tumbado en la playa, disfrutando de mi último día de veraneo sin vacaciones antes de regresar a mis tareas otoñales, volverme a poner las mechas rubias de escribir pies de foto y olvidarme de tanto gafapastismo agosteño con ínfulas literarias.

Mañana será septiembre que, más que un mes, siempre me ha parecido una estación. Mañana se acaban las rebajas, María Teresa Campos vuelve a la televisión para prepararle el desayuno informativo a Ana Rosa Quintana; todo un hito, casi como ver a Kristel Carrington cardándole el peinado a Alexis Colby.

Septiembre de Venecia festivalera, con Charlize Theron fucsia de día y fucsia de noche, con Woody Allen y su VCB (Vicky Cristina Barcelona) de estreno en San Sebastián, con DVB (Victoria y David Beckham) y su nuevo perfume, que Vicky presentó ayer en un centro comercial de Manchester.

Septiembre para la Semana de la Moda de Nueva York –donde Vicky B., otra vez ella, amenaza con presentar su primera colección de vestidos–, para la Pasarela Cibeles (que trataré de evitar por todos los medios a mi alcance: cuchillas, somníferos sumergidos en ginebra, lo que sea).

La infanta Elena estrenará nuevo puestazo en una fundación, Madonna actuará en España, veremos la vuelta al cole de los pequeños borbones y de otros infantes postineros en el ¡HOLA!, a Ortega Cano marcarse unos bailes en televisión, y Mercedes Milá volverá a fascinarnos con esos estilismos semanales y vértigos del sujetador balconet, que para mí se han convertido en lo único apasionante de las últimas ediciones de Gran Hermano. Vertiginosos escotes apuntalados que a partir de septiembre veremos publicitar a Dita von Teese, nueva imagen promocional de Wonder Bra. Dita, una mujer admirable que ha sabido sacarle partido a la desproporción de una copa de martini, justo al contrario que Ava Gardner, que quedó atrapada dentro. O que yo mismo, que como el hijo del protagonista de la novela de que estoy leyendo, hoy me he levantado con media parte del cerebro fuera del cráneo, culpa de la deliciosa cena de anoche, en la que volvimos a abusar de los Dry Martinis en el aperitivo. Otra vez.

(Fin de de mis Lecturas de verano. Ha sido un placer. Gracias a todos por todo. Y ahora, con vuestro permiso, me voy a quitarle el polvo a los estantes de la vitrina, que tiene que estar bien limpia para mañana).

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