Cartas de los lectores

21 de agosto

Los problemas con Marruecos
Los marroquíes saben perfectamente que, si bien la monarquía española es parlamentaria, la sucesión a la
Jefatura del Estado va a suponer un momento delicado para España, que puede serle muy propicio a sus intenciones. Si a eso unimos el momento de crisis económica que padecemos y la contundente labor desastibilizadora que está ejerciendo el Partido Popular contra el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero y el conjunto de las instituciones del Estado, podemos comprender fácilmente que el rey de Marruecos, Mohamed VI, quiera intentar lo que durante décadas su familia lleva soñando.
El monarca sabe que una ocasión como esta difícilmente se le va a volver a presentar durante su reinado. Si de verdad queremos conservar Melilla para los españoles, deberíamos tomarnos muy en serio la presión que actualmente está realizando Marruecos en sus fronteras, y el PP debería empezar a manifestar un mínimo de cordura poniéndose al lado del Gobierno de la nación.
Mario López Sellés / Madrid

Los problemas de la alfabetización fiscal
El que tengamos en el Gobierno ministros que no tienen titulación universitaria, realmente, no debería significar otra cosa que la gran capacidad de análisis que poseen algunas personas aún sin haber tenido la formación que los estudios universitarios otorgan.
Nada que objetar a que se alcancen en la vida metas muy difíciles de otorgarse, incluso poseyendo estudios superiores. Y mucho menos, en el caso de políticos, rodeados de asesores expertos en cualquier cuestión que se pueda plantear. Pero, el problema surge cuando esos expertos asesores no lo son tanto, ya que, proceden de la canonjía y, más que asesores, son comisarios y, también, por descontado, sin estudios en muchos casos.
Sin embargo, esto conlleva un problema, y a veces se mete la pata. Este ha sido el caso del ministro Blanco, que en relación a un tema tan complejo como la alfabetización fiscal ha manifestado que la presión fiscal de los españoles es inferior a la media comunitaria.
El caso es que, según los inspectores de Hacienda, los trabajadores es-
pañoles soportan un esfuerzo fiscal por encima de la media de los países del euro en razón de que, aunque los impuestos sobre las rentas del trabajo son inferiores, aún es menor el salario medio y, si se consideran los impuestos que gravan el consumo (IVA e impuestos especiales) y se añaden los impuestos sobre sucesiones o las tasas municipales –entre otros– la presión fiscal podría aumentar de una manera desorbitada.
Ángel Morillo Triviño / CASTUERA (Badajoz)

¿A qué impuestos se refiere?
Se pregunta José Blanco si los impuestos en España no serán bajos en relación con la media de los países europeos. Por lo que respecta a los tributos que recaen sobre la mayoría de los trabajadores, es evidente que no, puesto que los pagamos con salarios medios inferiores a los que perciben nuestros compañeros de zona comunitaria. Hablar de impuestos sin concretar si se refiere a los que gravan el capital o el trabajo, el patrimonio o la renta o a los que inciden directamente sobre el consumo o sobre el ahorro, es no decir nada. Como la reflexión procede de un ministro socialdemócrata, quiero creer que está pensando en los bienes patrimoniales, los beneficios empresariales y las rentas más altas como hechos imponibles, pero visto lo visto hasta ahora, no me juego nada a que sea así.
Enrique Chicote Serna / Arganda del rey (Madrid)

Dentro de poco, mudanza al espacio
Viendo cómo está y funciona el mundo, tratar de transmitir a la juventud la idea de que para ir por la vida es básico e imprescindible llevar en la mochila una guía mínima de valores o principios no es tarea sencilla e, incluso, uno llega a cuestionarse si es apropiado o recomendable vender a los hijos un producto que puede hacerles vulnerables tanto emocional como económicamente; la sensibilidad y la mesura en lo material no parecen ser muy compatibles con la ley del sálvese quien pueda.
Y por si la realidad existente fuera poco, ahora el prestigioso físico teórico Stephen Hawking, premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha declarado que el ser humano debe comenzar a buscar alternativas de vida en el espacio, pues en caso contrario, la extinción será factible en cuestión de unos mil años. A pesar de los conocimientos técnicos alcanzados, el egoísmo y la agresividad del ser humano nos condenan a la destrucción, al fracaso.
Pero ¿quiénes deberían ser las personas seleccionadas para que sobreviva la especie? ¿Estarían exentos de los tóxicos del presente o trasladarían la devastación a otros planetas?
Más razonable y ecuánime que buscar refugio para unos cuantos en otros lugares, ¿no es encontrar soluciones a las adversidades que en estos momentos amenazan la vida en este planeta?
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

Todos quieren ir al cielo
Los gastos militares son grandes por su misma naturaleza; de ahí que las autoridades intenten convertir al ejército en una organización multiusos, aunque muchas veces con distinta fortuna. En periodos de crisis económica, como ahora, resultan aún más interesantes las iniciativas de autofinanciación, como la que nos llega de la base aérea militar andaluza de Armilla, que parece que se va a poder alquilar para realizar acontecimientos sociales. Dada la naturaleza de esas instalaciones aéreas, es lógico que los primeros en querer aprovecharla hayan sido quienes tienen como meta única ir al cielo y, precisamente, para escenificar una ceremonia de beatificación, es decir, de poner solemnemente en las alturas a su protagonista. Pero no dudamos de que después podrán alquilar también esa base a los laicos que no quieran estar en las nubes, sino más allá aún; e incluso a los ateos, como su única manera de llegar al cielo.
Javier sanz ridruejo / madrid

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