Posibilidad de un nido

Las pajas masculinas del Solo sí es sí

Las pajas masculinas del Solo sí es sí
Imagen de archivo.- Pixabay

Leo que se ha abierto un lugar donde los hombres acuden a masturbarse juntos, hombres homosexuales y heterosexuales, más o menos un LGTBI que sustituyera la L de lesbianas por la H de heteros: HGTBI. En fin, todo aquel que tiene un pene que echarse a la mano y entiendo que solo aquel que tiene un pene.

No sabía de la existencia de tal tipo de oferta, pero a cualquiera que ha visto una escena del género pornográfico llamado doble penetración, pensado por y para consumo de hombres heterosexuales, le queda claro que los dos participantes macho sitúan y penetran a la mujer como excusa para practicar un sexo entre ellos que de otra manera les provocaría pudor o rechazo.

Como dicha oferta anuncia que es "un club de masturbación tradicional", debo entender que hay otros clubes que no son "tradicionales" y, antes aún, que existe una tradición de clubes donde los hombres acuden a masturbarse en grupo. Siento cierta estupefacción, pero se me pasa pronto. El sexo tiene sus vericuetos y este resulta pasmosamente simple. A los hombres le gustan sus pollas, algo de lo que a estas alturas no nos cabe ninguna duda. Les gustan y han sembrado calles y catálogos de objetos con esa misma forma, basta ver un bolardo tradicional, así, con su verticalidad y rematado en glande.

En sus propias palabras, se trata de "un lugar divertido y relajado donde los hombres que simplemente quieren desnudarse y acariciar a otros hombres pueden hacerlo de forma privada y cómoda, independientemente de su edad, raza, etnia, nacionalidad, política, creencias, orientación sexual o capacidad física".

Lo único que se hace allí son pajas. De hecho, según he leído a Guillermo Alonso en El País, pueden llamarse sencillamente Jack off Club, o sea, literalmente, "club de pajas". Las cosas claras. De pajas con la mano, nada de sexo oral, creo entender al leer sus instrucciones, pero también cabe que no sepa leer sus instrucciones.

Paso a transcribir su interesantísimo código de conducta, versión resumida:

  1. Solo masturbación.
  2. Nada va dentro de nada de nadie.
  3. PERMITIDO: Masturbarse, presumir, mirar, tocar a otros con consentimiento.
  4. NO PERMITIDO: sexo oral, contacto anal, acoplamiento ni nada sin consentimiento.
  5. Todo el mundo se desnuda o se queda en ropa interior o una camiseta.
  6. Pregunta verbalmente, con palabras. Obtén el consentimiento antes de correrte sobre los demás.
  7. Pregunta primero. Di "¿Puedo?" antes de tocar el pene de otro miembro.
  8. Mantener confidencialidad.
  9. Nunca reveles la identidad de otra persona.
  10. Nunca asistas cuando estés enfermo.
  11. Nunca traigas alcohol o drogas y no te presentes intoxicado. Sin poppers.
  12. Sé limpio. Lavarse las manos. Usa enjuague bucal. No uses fragancia.
  13. Interacciona tranquilamente. No distraigas a los demás hablando en voz alta.
  14. Las pulseras son señales de consentimiento. Rojo significa: "No toques mi pene". Verde significa: "Puedes tocar mi pene sin preguntar primero".

Sin duda, las reglas señaladas (por mí) en negrita están inspiradas en la Ley del Solo sí es sí impulsada por el Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero. Y me sorprende gratamente, porque recuerdo infinidad de risas sobre si habría que llevar un papel para firmar en las citas en caso de querer follar, burlas sobre el hecho de que la mujer tenía que expresar si deseaba o no mantener relaciones sexuales, chacotas sobre la necesidad de "obtener consentimiento", etc. Todas ellas venían de hombres, y mira tú por dónde, cuando abren un club para masturbarse entre ellos, o masturbarse donde otros lo hacen, o masturbarse mirando, es lo primero que exigen.

Sin embargo, este club donde se juntan solo hombres va más allá. Pregunta primero. Di "¿Puedo?" antes de tocar el pene de otro miembro. En la Ley de Montero, sencillamente se requiere que de la mujer un gesto de asentimiento. Aquí queda claro que debe mediar palabra, debe decirse antes "¿Puedo?".

Ignoro si dicha exigencia se circunscribe solo a las cosas de los machos, o esa que no vale cuando tienen relaciones sexuales con hembras. En realidad, lo ignoro todo sobre este asunto porque trato de imaginar un club exactamente igual para mujeres, más concretamente para seres humanos con vulva, y no lo consigo. Sin embargo, podría tratarse de un avance o de una lectura de la Ley del ministerio de Igualdad llevada al extremo. En cualquier caso, desearía que cundiera el ejemplo. No estaría mal que todos los hombres heterosexuales se pasaran por un club de pajas y aprendieran lo que se llama respeto.

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