Posibilidad de un nido

Hola, Bertín, yo soy el padre

Hola, Bertín, yo soy el padre
Bertín Osborne asiste a la velada de Moët & Chandon Effervescence.- EUROPA PRESS

Hola, Bertín Osborne, me llamo Cristina Fallarás y soy padre. Mira que me habría gustado tener a alguien que se ocupara de la mitad de los gastos de mi hija y de mi hijo, majete, de sus jornadas de convalecencia, de sus dudas adolescentes, de las rebeldías, de las horas de peluquería, dentista, fiestas escolares y demás, pero que si quieres arroz Catalina. Pero si tú quieres un padre, pichón, un padre muy celebrado además, padre tendrás. Hola, ¿qué tal?

Lo primero que voy a explicarte, Bertín Osborne desencadenado, es que te me engorilas con mucha facilidad, que esto no va de celebrar o no tu día. Vaya, que esto no va contra los padres, y no te me disgustes, que se te hincha la vena. No, no existe ninguna cruzada de locas bigotudas contra los hombres con descendencia. Me gustaría que esto quedara clarito, porque empieza la cosa con tu boca llena de locas y acabamos en delito de odio por nuestra parte. El pasado jueves, sin ir más lejos, estuvo en el programa Cuatro al Día el padre que difundió el audio contra una maestra y sus buenos propósitos para el día del padre, y llegó a denunciar que en España vivimos una situación de "padrefobia". Válgame la Virgen del Rocío, ¡padrefobia! El hombre aseguraba no tener nada en contra de dicha docente. La razón: "porque ella ha recibido órdenes de arriba". Imagino que de la mismísima ministra de Igualdad, que como se sabe es muy contraria de todo lo referente al escroto y alrededores, y va llamando a los colegios de tu piel de toro para lo suyo.

 La maestra en cuestión –ya sé que esto a tú esto no vas a entenderlo, Bertín Osborne, pero tengo que probar– solo trataba, muy dulcemente por cierto, de poner en evidencia que hay muchos niños y niñas cuyas familias no están compuestas por un padre y una madre. Entonces, en un intento de que la celebración alcanzara a todo el alumnado y la fiesta fuera completa, proponía celebrar el "Día de la Persona Especial". A ti puede gustarte más o menos, y es un decir porque sé que lo detestas –mucha bilis veo yo en tus vísceras, querido–, pero la buena voluntad es innegable. También la educación y la falta de cualquier torticería en su comunicado.

Otra cosa es que un padre tema no ser la "Persona Especial" elegida para la ocasión. ¿Y? ¿Qué pasaría entonces? Ahí, querido Bertín Osborne, precisamente ahí radica la cuestión. No debería pasar nada, porque la cosa es que el niño o la niña celebren, que moldeen sus ceniceros de barro y fabriquen regalos, que lo gocen. El centro de todo esto son las criaturas, Bertín Osborne, y no te me cabrees, el centro no son los padres. Vaya, a no ser que los padres sean como criaturas, ternero, que también puede pasar. Si el padre es quien quiere estar en el centro de todo el sarao, pues qué duda cabe que lo de "persona especial" no va a hacerle gracia. Mira, el que difundió el audio, el de la "padrefobia", por ejemplo decía "si yo solo quiero mi collar de macarrones". O sea, que no se trataba de que el crío o la cría enhebrara los macarrones para quien fuera y se los regalara en un acto de celebración del cariño, sino que fuera para él, para el padre y solo para el padre. "Es que es nuestro día".  Ay.


Pues voy a decirte, Bertín Osborne, desde la calma y la educación, qué sé yo, sin soltar la carcajada, que los padres nos estáis en el centro del todo. Lamentablemente, no te me disgustes que te pones torete, en muchas familias, no estáis ni en la periferia. 

En el fondo, Bertín Osborne, en el centro de todo esto está la Educación. Quien llamaba era una profesional del asunto, alguien que trata de acompañar a las criaturas en su crecimiento. Sus buenas maneras y su certera iniciativa la retratan, igual que a ti, querido, te retratan los insultos, los bramidos, los aspavientos, la grosería, la zafiedad y esa forma de atizar a la mujer e incluso a los padres y madres que acuden al centro escolar donde trabaja.

No sé, me pregunto si me dieran a elegir entre que mis hijos se educaran con ella o contigo, Bertín Osborne, ¿a quién crees que elegiría? Sí, educación, pichón bravo, educación, de eso se trata.

Pero lo dicho, hoy, día del padre, paso a representar tal figura ante mi hija, aquí a mi lado. Y brindo por nosotras, Bertín Osborne, personas muy especiales. 

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