Posibilidad de un nido

El PP no necesita a Vox para destrozar la sociedad

La flamante alcaldesa de la localidad de La Solana, Luisa Márquez Manzano (PP), en el pleno de su toma de posesión tras las pasadas elecciones del 28M.
La flamante alcaldesa de la localidad de La Solana, Luisa Márquez Manzano (PP), en el pleno de su toma de posesión tras las pasadas elecciones del 28M.

El municipio se encuentra en Ciudad Real (Castilla La Mancha) y se llama La Solana. Según Wikipedia, tiene una población de 15.313 habitantes y es relativamente conocido por el cultivo del azafrán en sus tierras y por el Festival de Cine y Vino de La Solana. Son datos bonitos. Conocer a una población por asuntos culturales o algo tan precioso como la flor del azafrán me parece que la embellecen, y con ella a sus habitantes. Es importante vivir en un lugar del que te sientes orgullosa, orgulloso. Cuando alguien te dice que tu tierra le suena, o que la conoce de algo, que sea por la flor del azafrán debe de producir una íntima satisfacción, un orgullo de esos de raíces.

Lástima. Ya lo siento por La Solana, pero a partir de ahora va a ser conocida por algo mucho más ingrato, feo, triste y violento. Y fíjate que la costumbre que acaban de echar por tierra también era como para sacar pecho. En La Solana, desde hace doce años se guardaba un minuto de silencio por las víctimas de la violencia machista al inicio de cada pleno municipal.

La medida la habían implantado los representantes del PSOE, al frente del Ayuntamiento desde 1979, o sea siempre. Fue en 2011 cuando decidieron guardar el silencio, lo que convertía a La Solana en uno de los municipios pioneros en estos asuntos. No existen muchos casos como el suyo en España. Una cosa es guardar el minuto de silencio después de un asesinato en la localidad, y otra convertir la existencia misma del Gobierno municipal en un recordatorio constante de que dicha violencia existe y está pudriendo nuestra sociedad.

 A ver si no es como para sentirse orgullosa. Pues ya no va a ser así. El Partido Popular ha ganado las elecciones municipales por mayoría absoluta y gobierna en solitario. La primera medida que se ha conocido es, precisamente, eliminar la hermosa y ejemplar medida de su minuto de silencio. De hecho, la alcaldesa Luisa Márquez Manzano no se ha andado por las ramas. "Vamos a huir de lo que sea propaganda y cualquier otro tipo de historia", ha afirmado para defenderlo.

Yo no conocía La Solana, pero al interesarme por el municipio me han gustado sus callejas, las amplias fachadas porticadas, la ermita, su construcción de siglos, ese aspecto sobrio y sereno de villa castellana. La idea del cultivo del azafrán y el festival de Cine han acabado de seducirme. Por eso he pensado en sus gentes y en cómo las decisiones de un Ayuntamiento nos pueden hacer peores, nos pueden cambiar la vida para mal, modificar nuestra existencia para peor, lo que somos, nos marcan, en definitiva. "Este equipo de Gobierno va a estar siempre en los hechos, no va a estar nunca en la propaganda y la publicidad", ha declarado la alcaldesa Márquez Manzano para pulverizar el minuto de silencio. "De hecho le está hablando una mujer", ha añadido, para acabar de rematarlo. Ay, mujer, mujer, qué desastre.

Por supuesto que llamar "propaganda y publicidad" a un minuto de silencio contra la violencia machista es una barbaridad colosal. Y también es en sí mismo un acto de violencia machista. Y sí, perpetrado por una mujer, alcaldesa. ¿Propaganda de qué? Sencillamente retrata a esta señora, que equipara la lucha contra la violencia machista con las izquierdas. Y lamentablemente es el suyo un retrato demasiado común.

Pero quiero detenerme en cómo la decisión de la edil envilece la vida de los habitantes de La Solana. Ahora, ese pueblo ya no será conocido por sus actos culturales, su gótico tardío, sus apacibles sembrados. Ahora todo el mundo conoce a La Solana como el pueblo donde se ha llevado a cabo una medida miserable, ruin, que lo hace peor. Bonita forma de estrenarse en el cargo tiene esta mujer. Ahora sabemos que La Solana es el pueblo donde ya no se guarda un minuto de silencio por las víctimas de la violencia machista. Lamento en serio no haberme enterado antes de que sí se hacía.

Viene todo lo anterior a demostrar que el PP no necesita a Vox para destrozar una sociedad, un pueblo, una ciudad, una comunidad autónoma o un país entero. Se bastan ellos solos, y siempre que me olvido rescato la imagen de Mariano Rajoy jactándose en la televisión, ante toda España, de que su Gobierno había destinado a la Memoria Histórica cero, cero, cero y cero euros. Si la extrema derecha de Vox, machista, racista, homófoba, censora y violenta, está entrando en los ayuntamientos es porque el PP les abre la puerta, les da espacio, les invita a estar. Sirva el ejemplo de La Solana para que quede claro lo que hacen, en qué convierten todo lo que tocan, cómo destrozan todo lo bueno y bello que tenemos y somos

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