Posos de anarquía

El regreso del dracma griego

Si algo ha quedado claro en esta crisis es que son los mercados y no los políticos -ya no podemos hablar ni siquiera de 'estadistas'- los que manejan nuestro destino. Ni siquiera la todopoderosa Alemania escapa de este axioma y para el año que viene todo hace suponer que entrará en recesión. Algo de lo que no son capaces de escapar ni siquiera los países fuera de la Eurozona; Reino Unido es una prueba de ello, con escleróticos crecimientos del 0,5%.

Así las cosas, ¿en quién tendrían más fe, en una Merkel que tan pronto sugiere como niega una Unión Europa (UE) de dos velocidades, con un club selecto de países cumplidores del déficit, o en los mercados, que vaticinan el colapso del euro y la salida de Grecia? Ayer mismo, charlaba con el máximo responsable de comunicación de ICAP, el mayor broker mundial de divisas propietario de la plataforma Electronic Broking System (EBS), y admitía abiertamente que llevan seis meses probando sus sistemas informáticos para una eventual salida de Grecia del euro. Esto significaría volver al dracma y cotizar contra el euro y el dólar.

¿Y quiénes son los principales clientes de ICAP? Los grandes bancos y las entidades de intermediación, que son quienes, movidos por la preocupación, han presionado al broker para tener todo listo para el regreso del dracma. Así que cuando uno escucha hablar de nuevos Pactos de Estabilidad y de refuerzos del fondo de rescate no puede evitar pensar que todo es una farsa y que, efectivamente, el club selecto de países de la UE es sólo cuestión de tiempo. De hecho, mal pensado que es uno, hasta parece que toda la estrategia del tándem Papandreu-Papadimos, con referédum que va-referédum que viene incluido, no es más que otro movimiento para encaminar a la opinión pública hacia la salida de Grecia.

Y mientras, eso sí, tratando de salvar el capitalismo con más capitalismo. ¿Saben qué es lo peor de todo? Que a todos los que aún creen que esta crisis es cíclica en lugar de sistémica -que son muchos-, les pillará por sorpresa la verdadera crisis cíclica cuando llegue, metiéndose en el epicentro de una tormenta perfecta... y ahí a ver quién es el listo que levanta cabeza.

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