¿Qué tipo de literatura de temática LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) se está desarrollando en países como Rusia, donde la persecución de este colectivo se ha acentuado en los últimos años? ¿Y en África, donde todavía hay países en los que se condena a la pena capital únicamente en base a la sexualidad? Gracias a la editorial Dos Bigotes uno puede disfrutar de algunos de los mejores autores de temática LGTBI y prueba de ello son sus dos primeros libros: El armario de acero, ambientado en la Rusia de Putin, y Los Deseos Afines, que reúne dieciocho relatos escritos por algunos de los mejores autores africanos contemporáneos.

El proyecto de la editorial surgió cuando dos periodistas, Alberto Rodríguez y Gonzalo Izquierdo, se quedaron en paro en julio de 2013.  Tres meses más tarde arrancaban todos los trámites burocráticos, que Alberto recuerda extremadamente farragosos. A ello se sumaba la falta de ayudas para levantar el proyecto, puesto que "el sistema está pensando para que tenga más posibilidades de recibir ayudas una editorial que ya tiene dos años de vida que una que quiere arrancar", explica el joven emprendedor.

Superadas esas barreras, el pasado mes de abril veía la luz su primera título y, desde entonces, Dos Bigotes ha ido a un ritmo de libro por mes. No es algo marcado por unos objetivos de crecimiento desaforado puesto que, como indica Alberto, "queremos contar con un catálogo muy cuidado, con autores que se alejen de los estereotipos, de los lugares comunes y, si para ello en lugar de publicar diez libros al año tenemos que sacar siete, pues lo haremos".

Prueba de ello es el lanzamiento el pasado mes de junio de Imre: una memoria íntima, obra de Edward Prime-Stevenson escrita en 1906 y que hasta la fecha había permanecido inédita en nuestro país al no existir traducción al castellano. Ainhoa Lozano Antoñana ha puesto remedio a eso y ya es posible disfrutar en nuestro idioma de  la que está considerada como la primera novela de temática homosexual con un final feliz.

Habrá quienes, equivocadamente, consideren que crear una editorial especializada en temática LGTBI es un error porque crea una suerte de nuevo gueto, en este caso, cultural. Curioso que no lo crean de editoriales especializadas en novela negra o rosa. Lo que busca Dos Bigotes es, precisamente, romper barreras, ensanchar ese campo fértil de la literatura con nuevos frutos de autores que en las editoriales tradicionales no encontraban su espacio -o, por ser más precisos, no se les daba.

Si bien es verdad que Dos Bigotes restringe su fuente cultural -lógico, al haberse especializado en temática LGTBI-, lo que hace con su espectro de lectores es abrirlo de par en par, brindando la oportunidad a todo el mundo de llegar a títulos jamás antes publicados y que, de no ser por estos dos emprendedores, difícilmente verían la luz.

Así pues, este año arrancan las celebraciones del Orgullo LGTB con un motivo más para alegrarse -aquí y en Latinoamérica, desde donde ya les llegan las primeras solicitudes-, con un granito más que contribuye a la reinvidicación por la igualdad, que ayuda a enriquecerse con la cultura, que no es otra cosa que pura vida. Este año, lean, lean como si no hubiera mañana con la satisfacción de saber que su abanico de posibilidades se amplía gracias a Dos Bigotes y que, quizás, a ese sector de la sociedad que sigue anclado en tiempos pretéritos se le caiga la venda de los ojos al sumarse a este 'club de bigotudos'.

Y aviso a navegantes... para octubre, tendremos una antología de autores españoles. No se la pierdan.