Posos de anarquía

Si eres hombre, sé feminista

Mañana sábado 7 de noviembre, quiero pensar que las calles de Madrid se inundarán de ríos de gente, hombres y mujeres, exigiendo que la lucha contra la violencia machista se convierta en política de Estado. Ni siquiera voy a entrar en la polémica ausencia del Partido Popular en la manifestación porque, lamentablemente, era más que previsible. Prefiero mirar por encima de eso, prefiero pensar que mañana en esas calles de mi Madrid querido habrá tantos hombres como mujeres, porque aunque pueda parecer paradógico, en las cuestiones de género, somos aliados.

Qué estúpidos hemos sido los hombres, que nos hemos creído superiores durante mucho tiempo cuando, en realidad, esa creencia nos hacía inferiores. ¿Pues haber algo más necio que cargar contra ti mismo? Porque, en esencia, eso es lo que hacemos cuando ejercemos algún tipo de violencia machista, ya sea el maltrato físico o esos micromachismos del día a día con el que imperceptiblemente seguimos regando la semilla de un planta carnívora que puede terminar por engullirnos.

A lo largo de mi vida, puedo asegurar sin miedo a equivocarme que de quien más he aprendido ha sido de las mujeres. ¿Cómo no respetarlas? ¿Cómo no admirarlas si a ellas les debo en gran parte lo que soy hoy? ¿Cómo no ponerme a su lado si han demostrado mucha más inteligencia, honestidad e integridad que nosotros, que los hombres, que en muchos casos seguimos comportándonos como auténticos animales?

Si realmente eres un hombre, esa expresión que en sí misma es machismo destilado, sé feminista. No queda otra, mandar al carajo esta sociedad patriarcal que trata a la mujer como si ésta fuera el sexo débil cuando es el hombre el que ha hecho todo lo posible por debilitarla, cuando se trata, se vive e, incluso, se legisla, como si fuéramos los hombres quienes tenemos que decidir por ellas. Pero ¿qué es esto? ¿Acaso puede haber una mayor prueba de majadería?

Por eso somos nosotros los que tenemos que cambiar, de lo contrario la revolución feminista estará a medias. La mujer está cumpliendo su parte, está avanzando o luchando por avanzar, plantando cara a la bajeza masculina, conquistando parcelas que ni siquiera podemos decir que les arrebataran un día porque, sencillamente, nunca las tuvieron. Pero, ¿y los hombres? ¿Qué hemos hecho durante todo ese período de revolución? Pues, en muchos casos, ni siquiera evolucionar, más bien involucionar, construir argumentos con los que sostener todo aquello que aniquila la igualdad.

Basta ya de revoluciones a medias, basta ya de no asumir hechos vergonzantes y de escurrir el bulto, basta de pensar en ideales que maquillan realidades, basta, en definitiva, de pensar en el cielo cuando lo que hay que hacer es terminar con este infierno. Mañana, todos, pero en especial diría que los hombres, demos la cara por las mujeres, porque será dar la cara por nosotros mismos, por todos.

Y, por supuesto, no nos quedemos ahí, dejemos de ser inferiores y luchemos por la igualdad porque, si la Historia nos ha demostrado algo, es que el machismo lo engendramos para suplir el complejo de inferioridad que realmente tenemos con las mujeres. Alguien que ejerece la fuerza física o psicológica sobre un igual, ninguneándolo, jamás será superior, todo lo contrario.

Repito: si son hombres, sean feministas. Luchen día a día para estar a la altura de las mujeres que les rodean. Yo lo hago cada amanecer hasta que cae el sol. Ojalá algún día lo consiga.

Más Noticias