Se acerca la hora en la que la Generalitat podría dar el paso de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y la vicepresidenta del Gobierno, aún continuando con las amenazas veladas, ya ha dejado caer que el Gobierno acudirá al Senado, lo que parece indicar la puesta en marcha del manido artículo 155.
Este artículo de la vanagloriada Constitución es tan escueto como ambiguo:
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Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
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Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
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Eso es todo. ¿Qué son "las medidas necesarias para obligar al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones"? Es una horquilla demasiado grande en la que puede entrar desde la suspensión de la Autonomía a la entrada de tanques en Barcelona. No aclara si se procede a la encarcelación de quienes no hayan cumplido las obligaciones de la Constitución, en qué plazo se convocarán nuevas elecciones y quié gobernará la Catalunya durante ese período...
El artículo 155 es un despropósito en sí mismo. No está desarrollado, a pesar de ser un artículo de una importancia tan vital. Así las cosas, supone un reflejo más de los males de esta Constitución caduca, obsoleta y, en gran parte, inservible. Dicho de otro modo, los constitucionalistas están siendo víctimas de su propia dejadez, de su inoperancia, de su gravísima falta de responsabilidad. A la cabeza, PP y PSOE, que son quienes han llevado las riendas de este país durante décadas y no han querido asumir un nuevo proceso constituyente que le hace falta a España como respirar.
España, hoy por hoy, es una película de Berlanga y, con la aplicación del artículo 155 que tanto demandan Albert Rivera y quienes hacen el saludo fascista envueltos en la bandera española, aún más, con Todos a la cárcel en mente... porque ya me dirán ustedes qué Comunidad cumple con el artículo 35 de la Constitución, ese que establece que, además del "deber de trabajar y el derecho al trabajo", tod@s l@s español@s tienen derecho a "una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo". Hala, artículo 155 YA.