El Partido Popular (PP) se las sabe todas: conoce muy bien, pongamos por caso, que destruir a martillazos unos discos duros de ordenador puede ayudar a salvar los muebles en un momento dado. En el caso de las grabaciones del encuentro entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez nadie parece que fuera a emprenderla a golpes para machacarlas; sencillamente, este jueves iba a vencer el plazo legal que tiene AENA para conservarlas. A petición del PP, un auto judicial exige que no se destruyan. La gran pregunta es: ¿ve el principal partido de la oposición más allá de Delcy Rodríguez? Y la respuesta, repasando el Diario de Sesiones, es que no.
Cuando la izquierda consiguió al fin sacar al dictador del Valle de los Caídos, el único mantra que repetía la derecha era que el Gobierno debería preocuparse de temas más importantes para España. La cuestión es que lo hacía, como prueba que durante ese periodo se subió el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), se presentaron unos presupuestos de marcado carácter social -que fueron rechazados en bloque por la derecha-, se reestituyeron derechos sanitarios eliminados por el Gobierno de Mariano Rajoy...
Sentado ahora en la oposición con uno de los peores resultados electorales de su historia, la pregunta ahora es si el encuentro Delcy-Ábalos es lo más importante para el PP. Y, si leemos el diario de la primera sesión de control en el Congreso de los Diputados y Diputadas comprobamos que no sólo es lo más importante sino lo único. Las siete preguntas que formuló el PP se centraron en Venezuela y el encuentro del ministro español con la vicepresidenta venezolana.
Desde Pablo Casado o Teodoro García Egea a Cayetana Álvarez de Toledo, pasando por otros representantes populares preguntaron exclusivamente por este asunto, incluso en las interpelaciones urgentes. Mientras, superamos la decena de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, la España vaciada continúa reclamando sus derechos, el sector del campo inunda las calles luchando por su superviviencia, la vivienda sigue siendo un privilegio y no un derecho en este país...
Más allá de las mentiras y contradicciones de Ábalos, que por supuesto que merecen el debido control parlamentario, resulta preocupante que sea la gran obsesión, la única inquietud de la formación que lidera Pablo Casado... aunque a este respecto, el eurodiputado José Manuel García-Margallo, apuntara que Casado sólo fue elegido porque era la única alternativa a Soraya Sáenz de Santamaría... habrían votado a la mismísima Peppa Pig si fuera la única opción distinta al cachorro de Aznar.
Del principal partido de la oposición se espera una responsabilidad y un sentido de Estado que el PP ha perdido por el camino. Nuestro sistema se basa en los contrapesos y el PP no está cumpliendo este papel como debiera. El resto de la bancada conservadora no lo hace mucho mejor y uno ya no sabe a ciencia cierta quién marca la agenda a quién, pues todos ellos se encuentran en la misma deriva.