Punto de Fisión

Desokupa: moderación ante todo

Desokupa: moderación ante todo
Una gran lona de la empresa Desokupa cubre un edificio en la calle Atocha de Madrid, este lunes. EFE/ J.P. Gandul

Dicen que la lona que han colocado en la calle Atocha los ultras de Desokupa traspasa todos los límites, pero lo cierto es que estos límites ya estaban ampliamente traspasados desde hace años por parte de líderes políticos, mamporreros radiofónicos y periodistas mercenarios. La burrada de considerar La Moncloa okupada por un gobierno de izquierdas se la hemos oído una y otra vez a Santiago Abascal y diversos cabecillas de Vox; a Pablo Casado, a Isabel Díaz Ayuso y a Alberto Núñez Feijóo, quienes consideran ilegítima la coalición gubernamental; a montones de Savonarolas de las ondas, de las televisiones y de la prensa escrita que todos los días vierten su caudal de mierda sobre etarras, bolivarianos y feminazis pasándose los procedimientos democráticos por el arco del triunfo. También se lo hemos oído al dueño del bar limpiando el suelo de cáscaras de cacahuete y a un cuñado pelando cacahuetes entre caña y caña.

Lo único que ha hecho Daniel Esteve, líder de Desokupa, es pasar a limpio este mantra ideológico y colocarlo en uno de los puntos neurálgicos de la capital cual pensamiento subconsciente elevado al rango de fantasía masturbatoria colectiva. Entrar en La Moncloa a hachazos y sacar a hostias al presidente como si fuese un pobre inmigrante atrincherado en un edificio requisado por un banco. El sueño húmedo de una derecha montaraz que considera ilegal cualquier gobierno elegido mediante procedimientos democráticos que no sea el suyo; una derecha cuyo ideal de moderación consiste básicamente en no usar las pistolas. Para personificarlo, ahí está la imagen de Daniel Esteve, el cuñado máximo, un Jason Statham de todo a cien, un Jiménez Losantos de gimnasio lanzando el grito de Tarzán a través de una foto.

No menos inquietante es el video en el que Esteve amenaza con reclutar "un ejército de la calle", una especie de hordas de voluntarios semejantes a las que se están organizando en Francia para luchar contra los disturbios callejeros. "Yo he visto patrullas vecinales francesas que se están organizando, porque obviamente, como te digo, se están metiendo en manada a violar a sus mujeres". De momento, según él, este problema no ha llegado a España: "Espero que las urnas echen a estos tíos de por vida y que les demos armas a nuestro ejército y a nuestra policía y que se cierren las fronteras de una puta vez". Por lo visto, la Policía y las fuerzas armadas españolas ahora mismo llevan matasuegras.

Por si el discurso no fuese lo bastante claro, Esteve lleva una camisa negra, aunque lo ha suavizado un poco al parapetarse tras unas gafas. La etimología fascista llega al extremo de que uno de sus mensajes triunfales en Twitter concluye con estas mayúsculas: SOY VUESTRO PADRE. Hace un par de años, un antiguo empleado denunciaba en El Salto que Desokupa "es una organización criminal que delinque a conciencia para enriquecerse" y hablaba de prácticas ilegales como el uso de placas policiales falsas con el fin de coaccionar a los inquilinos. Putin tiene al Batallón Wagner y Abascal a la Charanga de Paquito el Chocolatero. Esta es la gente que Ana Rosa Quintana y Susanna Griso mitifican diariamente en sus homilías televisivas y uno de los muchos aliados que Feijóo se ha buscado en su camino a La Moncloa. Moderación ante todo.


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