De lunes

¿Mr Bean o un equipo de mr. beans?

Vale. Empecemos por las concesiones. Zapatero se quedó más Mr Bean que nunca cuando Berlusconi le dejó tirado ante la prensa. Le halagó el ego hasta el vómito, le llamó Santo por la bendición papal y le fijó la cara de pasmao ante las cámaras. Como si no supiera si se largaba o iba a mear. A esa edad la próstata es lo que tiene. Acepto que al español, una vez más, le fallaron los reflejos para momentos como ése.
Aceptada la falta de chispa del leonés ante las jugarretas del italiano, veamos algún detalle poco aireado. Fue Berlusconi quien se empeñó en ver a Zapatero el mismo día que al Papa. Aunque aquí a la derecha le parezca increíble, en Italia el español mantiene cierto prestigio dado el presidente que padecen. La diplomacia española accedió, pese a los antedecentes berlusconianos con ZP y de que al  Vaticano le irritaba la concesión. A Benedicto no le gusta que el Cavaliere le robe plano. Para limar asperezas, la gente de Berlusconi llamó al Vaticano y rogó que no se cabrearan,  que tenían cosas que charlar con el español. El Vaticano tragó, pese a que Zapatero, presidente semestral de la UE, esperó al final para esa visita protocolaria.

Durante el enredo del equipo berlusconiano entre la diplomacia Vaticana y ZP, los españoles pasaron por alto que el Senado italiano aprobaba ese día la repugnante "ley mordaza" contra la prensa y era previsible alguna payasada del presidente payaso.
Visto lo visto, cabe preguntarse si sólo ZP es un ingenuo Mr Bean o lo que tiene es muchos mr. beans alrededor. Con todo, me quedo con el perplejo antes que con el payaso forrado que tanta gracia le hace a la derecha española.

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