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Feliz Año 2016, Alberto Garzón

Sato Díaz

Alberto Garzón se acostó la última noche de 2015 como coordinador federal de IU y el primer día de 2016 la organización estaba disuelta. Ni él mismo recuerda cómo sucedió. La fiesta y la resaca de aquella Nochevieja debieron de ser monumentales. "¿Qué me tomé ayer?", se preguntó el que más tarde sería ministro de Consumo cuando leyó un tuit de El País que titulaba: "Alberto Garzón pone fin a Izquierda Unida".

Casi ocho años después, finaliza su carrera política. A través de una carta a la militancia de IU (sí, la organización todavía sigue viva) hecha pública este viernes, anuncia que deja de liderar la formación y, por tanto, deja de ser coordinador federal. Ya antes de verano informaba que se retiraba de la política institucional y que no concurriría en las listas de Sumar para las generales del pasado 23 de julio.

Hace más de siete años que Garzón tomaba el relevo de Cayo Lara al frente de IU, la coalición que previamente habían dirigido Gaspar Llamazares, Julio Anguita o Gerardo Iglesias. Ahora, la organización tendrá que preparar una asamblea federal que renueve órganos de dirección y proyecto político en un momento en el que será clave la definición de la relación que IU mantendrá con Sumar y el resto de las izquierdas.

Feliz Año 2016, Alberto Garzón

Fotografía 1: Garzón megáfono en mano se dirige a una abarrotada plaza de la Paja, en el Madrid de los Austrias. Hacía frío, diciembre de 2015. En el Teatro de La Latina no cabía ni un alfiler. Y es que pocos días antes de aquella agitada Nochevieja, Garzón fue candidato a la Moncloa. La candidatura se denominaba Unidad Popular, y reunía a IU con otras formaciones de izquierdas, tales como Chunta, Batzarre o Izquierda Castellana. Casi logró el millón de votos, y eso que competía con el entonces todopoderoso Podemos de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La formación morada, que en los meses previos había llegado a ir primera en las encuestas, cerró la puerta a concurrir con IU.

Fotografía 2: Iglesias y Garzón brindan con unos botellines de cerveza en el teatro Sala Mirador de Lavapiés meses después. Era el pacto de los botellines. Cuando se repitieron las elecciones en junio de 2016 ante la incapacidad de Pedro Sánchez de formar gobierno, Podemos e IU confluirían bajo la marca Unidos Podemos.

Alberto Garzón y Pablo Iglesias, en la Puerta del Sol, después de firmar el 'pacto de los botellines', en 2016.

En estas dos instantáneas se resumen aspectos esenciales de la trayectoria política de Garzón. En primer lugar, su apuesta por IU. La organización a la que se afilió en Málaga con 18 años no era bien vista por algunos sectores de "la nueva política", especialmente por la dirección de Podemos, que apostaban por integrar a miembros de IU en sus listas pero no a llegar a un acuerdo con la organización, de la que deseaban su disolución. Garzón se puso al frente de una candidatura de IU y obtuvo un resultado muy digno, lo que fue determinante para la supervivencia de este proyecto político.

Por otro lado, Garzón siempre apostó por la unidad con otras fuerzas de izquierdas, también con Podemos, al ejemplo de las candidaturas municipalistas que supusieron las victorias de los ayuntamientos del cambio en ciudades como Madrid, Barcelona, A Coruña o Santiago en las municipales de 2015. Pese a unos meses en los que Garzón tuvo que aguantar duras críticas de algunos sectores internos de IU que le acusaban de fundir IU en Podemos, pero también por parte de dirigentes de la formación morada que menospreciaban a IU, en 2016 se logró el entendimiento y la unidad. Años más tarde, con la aparición de Sumar, el proyecto liderado por Yolanda Díaz, Garzón también ha apostado por la confluencia con otras fuerzas de izquierdas como estrategia política.

Fotografía 3: "Sobre esta polémica, lo diré en términos muy personales. A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrece declaraciones a los medios de comunicación en una visita oficial a Lituania. Es julio de 2021. Desde hace días, una disputa tensiona el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. El Ministerio de Consumo, liderado por Garzón, había lanzado una campaña en favor de la reducción del consumo de carne para una alimentación más sana. El sector cárnico estalla en cólera y el ministro de Agricultura, Luis Planas, lo apoya.

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El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa ofrecida hoy tras participar en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo en Bruselas. EFE/ Horst Wagner

Esta tercera instantánea subraya también otra de las líneas destacables de la teoría y acción política de Garzón. Si IU ha trabajado durante estos años en mantener "el hilo rojo de la historia" vivo en la organización, su líder se ha esmerado mucho en que las reclamaciones ecológicas sean también un punto central para la organización. En la carta de despedida a la militancia de este viernes, Garzón aboga por la construcción de una sociedad ecosocialista como "único freno viable y democrático ante el avance de la barbarie y la destrucción ambiental".

El 1 de enero de 2016, tras la publicación de la noticia de que disolvía IU, Garzón emitió un comunicado en el que señalaba que "IU no muere ni desaparece por mucho que lo diga un titular". Ocho años después, IU está a punto de entrar en el segundo Gobierno de coalición de la mano de Sumar. Sira Rego está a las puertas de ser ministra. Aquel año se le fastidió la felicitación a Garzón. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Feliz Año 2016, Alberto Garzón.

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