Dominio público

Se nos gastó la palabra ‘democracia’ de tanto usarla

Sato Díaz

Jefe de Política de 'Público'

Nancy Pelosy en Corea del Sur
La presidenta de la Cámara de los Representantes de Estados Unidos, en su visita a Corea del Sur- / Firma: - / YNA / dpa

Guerra y propaganda son dos conceptos imposibles de entenderse el uno sin el otro, indisociables. Vivimos tiempos de fervor belicista y la propaganda campa a sus anchas hasta donde menos la esperamos. Cualquier detalle, por muy subliminal que sea, es susceptible de influir en la mente de las personas para inducir a una visión del mundo, es cierto, pero lo que sorprende es lo burdo de los mensajes. En pleno siglo XXI, llama la atención que los dirigentes políticos y los medios de comunicación rechacen métodos más sofisticados y sibilinos de propaganda y hayan elegido la repetición de proclamas tan estrafalarias como vacías de contenido.

Que la Unión Europea y España (especialmente España) hayan renunciado a jugar un papel propio en el mundo y a aportar una visión sobre el mismo diferenciada es cada vez más una evidencia. La cumbre de la OTAN celebrada hace unas semanas en Madrid fue el ejemplo más palpable de cómo el plan pasa por alinearse sin tapujos con Estados Unidos y sus intereses en el mundo.

Tal y como Pablo Bustinduy explicaba esta semana en Público, citando al analista norteamericano Paul R. Pillar, la posición ofensiva de Washington, alentando conflictos, genera una "coalición de adversarios" de Estados Unidos, empujándoles a llegar a acuerdos estratégicos a pesar de que las diferencias entre ellos son grandes: Rusia, China, Irán, Turquía... Mientras la guerra en Ucrania perdura en el tiempo, en África y América Latina tampoco se entiende muy bien el fortalecimiento de la OTAN, una institución que tiene más que ver con el pasado, y que no se comprende sin la construcción de un enemigo externo, que con la posibilidad de ensayar un futuro con otros parámetros en la escena internacional.

La Unión Europea renuncia a su independencia en el mundo y se aísla cada vez más junto a Estados Unidos y algunos socios estratégicos: Israel, Marruecos, Arabia Saudí... Para mantener esta cohesión del bloque occidental atlantista, en sociedades democráticas donde los gobiernos pueden perder el poder en las próximas elecciones como castigo, la propaganda es muy útil. Verter mensajes y repetirlos hasta la saciedad en connivencia con los poderes mediáticos. Desde que Rusia invadió Ucrania hace casi medio año, el discurso oficial cada vez es más discurso único. Pero, ¡cómo llama la atención la vulgaridad del mismo!

"Cualquiera ve la situación en la que estamos. Cualquier misil que puede lanzar Rusia en este momento puede llegar incluso a Madrid": este es el grado de infantilismo, este es un mensaje lanzado por la ministra de Defensa Margarita Robles esta semana para justificar el aumento del gasto militar. Un mensaje que no está basado en una amenaza real y que, por lo tanto, utiliza un argumento pueril para intentar generar miedo en la población.

"Ser más solidarios ante el chantaje de Putin", esta era el razonamiento ofrecido el pasado martes, tras el despacho con Felipe VI en Mallorca, por parte del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, para reclamar el cumplimiento de las medidas de ahorro energético dictadas por el Gobierno en el Consejo de Ministros del lunes. Repetir que "todo es culpa de Putin" hasta la saciedad puede no ser tan buena idea si las consecuencias económicas siguen haciendo estragos en la vida de la ciudadanía conforme vayan pasando los meses. Quizás, entonces, hagan falta argumentos algo más sólidos para seguir justificando el aumento del elevado gasto militar.

La medalla de oro al argumento basto de estos meses se la llevó, sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares. Corría el mes de junio cuando Argelia daba un paso más en su distanciamiento con España, tras la histórica traición del Gobierno al Sáhara en marzo, y frenaba las operaciones bancarias entre países. Albares entonces jugó con una manida idea que no ayudó más que a calentar todavía más el enfado de Argelia ante la falta de altura diplomática del ministro. La idea era la de "Argelia es Rusia" o poco más que "Argelia es Putin". Y así todo.

La visita de Nancy Pelosi a la isla de Taiwán ha supuesto la puesta en marcha de la performatividad sobre las tensas relaciones que mantienen Estados Unidos y China. A ojos del mundo, la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha sido una provocación en toda regla al gigante asiático. Si la crisis entre las dos superpotencias va a más, los aliados de Estados Unidos deberán manifestarse y entonces la propaganda subirá el listón también contra China, también aquí.

Ya en la pasada cumbre de la OTAN de Madrid, la declaración final hacía referencias explícitas a la República Popular de China por primera vez en un documento de esta envergadura. China no es una "amenaza" para los aliados atlantistas, de momento, como sí lo es Rusia, pero no hay que quitarle el ojo de encima, venían a decir los líderes occidentales. Y todo ello, por supuesto, tal y como el mismo documento se empeñaba en patentizar, por el bien de la democracia, uno de los valores que tienen en común los aliados (Turquía, Hungría... en fin).

El concepto ‘democracia’ es uno de los que más vacíos de contenido están quedando tras el sobreuso del mismo en la retórica y propaganda de los últimos meses de fervor belicista. Todo, hasta las más crueles acciones, se justifican por la defensa de la democracia del bloque occidental, de los aliados de los Estados Unidos. Esto, que ha sido así siempre, se agiliza y profundiza en estos tiempos convulsos.

Ojalá que las tensiones entre China y Estados Unidos no vayan a más. Ojalá que, si las confrontaciones siguieran adelante, la propaganda que usen nuestros gobernantes en connivencia con los poderes mediáticos sea, al menos, más refinada que la que usada por la guerra de Ucrania y contra Rusia. Ojalá, al menos, no nos digan que llueve, cuando en realidad nos...

Se nos gastó la palabra ‘democracia’ de tanta usarla.

PD: Este que escribe coge vacaciones y, por tanto, faltará a su artículo semanal de los sábados al menos hasta mediados de septiembre. Eso sí, este que escribe promete disfrutar, descansar y refrescar las ideas, para intentar escribir piezas más interesantes al regreso. Gracias, siempre, por leernos.    

Más Noticias