La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, nos ha vuelto a mentir descaradamente, y lo que es más grave, ha vuelto a omitir información básica para que los madrileños y madrileñas entiendan lo que está pasando en las residencias públicas con las personas mayores y dependientes.

En su afán por chocar con el gobierno central, su único interés real, y en su falta absoluta de compromiso para mejorar la vida de madrileños y madrileñas, ha afirmado que su administración tiene poco margen de maniobra por la ley de contratos, que obliga a acceder a aquel cuya oferta sea más económica, algo que a ella le parece que no es del todo correcto.

Una vez más, Ayuso nos dice que ella no puede hacer nada para mejorar la calidad de la comida en las residencias, pero esconde que de lo único de lo que habla la ley de contratos es de establecer la mejor relación entre calidad y precio en dichas ofertas. Además, también nos esconde a los madrileños y madrileñas que son los gobiernos autonómicos los que elaboran los pliegos de los contratos de alimentación, y pueden primar los criterios que elijan con diferentes cláusulas que estipulen criterios de calidad para la comida..

No es que Ayuso tenga más o menos margen para mejorar las condiciones de los contratos en las residencias públicas, es que es la responsable directa de hacerlo. Con estas declaraciones está, una vez más, dando la espalda y mintiendo a todos los madrileños y madrileñas, y omitiendo su responsabilidad de gobierno.

En el caso de las residencias públicas la situación es sangrante: en los últimos meses, se acumulan ya decenas de denuncias de familiares trabajadores y residentes sobre la mala calidad de los menús y las condiciones en las que se encuentran algunos ancianos, a los que esto les ha provocado numerosos problemas de salud, como infecciones de orina e incluso malnutrición.

En la residencia pública Francisco de Vitoria, los familiares han llegado a denunciar la falta de agua potable en el edificio, así como lo habitual de encontrar en los menús diarios comida cruda, mal hecha, o en mal estado. También en la residencia de Peñuelas ha habido numerosas quejas sobre la calidad de los menús. En San Sebastián de los Reyes, un residente, Mariano Turégano García, de 82 años, denunció en el Pleno del Ayuntamiento que la comida era tan deleznable que pasaban horas sin comer, y que pasaban hambre.

Son varias las residencias públicas que se quejan de dejadez por parte de la empresa que suministra los alimentos. Pescado con espinas o en mal estado para gente que no puede tragar, patatas podridas, yogures a punto de caducar, chorizo con listeria, aceite en mal estado, y así hasta un sinfín de ejemplos.

Arganda, San Sebastian de los Reyes, Alcalá de Henares, y hasta nueve de las veinticinco residencias públicas de la Comunidad de Madrid, tienen contrato de alimentación con la misma empresa, que ganó todos los concursos para suministrar comida, rebajando el presupuesto en casi un millón de euros menos, hasta llegar a los insuficientes 4,60 euros al día para cinco comidas.

¿Cuál fue la respuesta del gobierno de Ayuso a estas denuncias tan graves? Negar todas las acusaciones, rechazar e ignorar a residentes y familiares, y en el caso de un residente que denunció que había perdido diez kilos en pocos meses, decir que tenía sobrepeso y que ahora estaba en su peso ideal.

Ayuso miente y esconde bajo la alfombra su nefasta gestión. Mientras dice que no puede hacer nada, esconde que ella misma ha prorrogado recientemente los contratos para ajustar el precio a la baja y mantener los 4,60 euros para cinco comidas al día con la misma empresa que acumula todas las denuncias. Con esta decisión está condenando a nuestros mayores a más degradación y peor calidad de vida.

Mientras miente e ignora a familiares, trabajadores y residentes, esconde que se acaba de gastar 1 millón de euros en publicidad institucional para lanzar una campaña de propaganda para poner en valor la atención que reciben los mayores en las residencias de la Comunidad. Lo que no gastan en mejorar las condiciones de las residencias, se lo gasta en intentar mantener la imagen de su gobierno.

En 2020 murieron 7291 personas abandonadas en las residencias de mayores, llevamos mucho tiempo diciendo por activa y por pasiva que hay que resolver problemas que son muy graves y se acumulan por decenas. Ya queda muy poco para que Madrid tenga un gobierno decente, que se preocupe por su gente. Desde Más Madrid llevamos ya cuatro años haciendo propuestas que podrían revertir la situación de las residencias muy rápidamente.

Frente a un gobierno de mentiras y secretos a la ciudadanía, en Más Madrid tenemos muy claro lo que hay que hacer: paralizaremos la prórroga de estos contratos de alimentación en residencias como medida urgente, crearemos más plazas en residencias públicas para garantizar la cobertura de la demanda, e iniciaremos un proceso para que sea la propia Agencia Madrileña de Atención Social la que gestione la contratación directa de personal de cocina para todas las residencias públicas de la Comunidad de Madrid.

Para que la calidad de la comida que comen los y las residentes, personas mayores o dependientes, no dependa de quién ofrece la opción más barata, para que residentes y trabajadores estén en condiciones de desarrollar una de las labores fundamentales de la sociedad, y un derecho que debería estar garantizado porque todo el mundo lo necesita para sí mismo o los suyos en algún momento de su vida: el derecho a ser cuidado y a cuidar en condiciones dignas.