Dominio público

Sorda y bollera, ¿y por qué no?

Pilar Lima

Candidata de Unides Podem Esquerra Unida a la alcaldía de València

Sorda y bollera, ¿y por qué no?
Pablo Motos y Miguel Lago, en 'El hormiguero'. (Antena 3)

Lo que no se nombra no existe, y lo que sucede en El Hormiguero, por desgracia, existe y persiste. El martes Irene Montero, en un acto en València, en el combativo barrio de Benimaclet, me presentó como la candidata a la alcaldía de València bollera y sorda. Me presentó así porque existimos, formamos parte de la sociedad y somos imprescindibles para la conquista social de derechos. El mismo martes, unas horas después y en horario de máxima audiencia, Pablo Motos y Miguel Lago, a propósito de los requisitos para ser una buena candidata, sacaron a relucir de nuevo su condición de matones mediáticos, su no-humor rancio y discriminatorio y su mente arcaica y primitiva. Ni siquiera una sensibilidad impostada, solo risas burlonas. Una candidata "sorda, jajajajja", "lesbiana y sorda jajajajja" "y como todo vale pues un cojo también".

La actitud de estos dos sujetos es muy peligrosa. Desde su púlpito mediático privilegiado hablan a millones de personas, a millones de jóvenes, y en ese día le dijeron al mundo, entre risas burlonas, que las personas LGTBI+ y las personas con discapacidad no somos válidas. Sus burlas son la base del acoso, de las agresiones, del bullying en los colegios y el mobbing en las empresas. Es inadmisible. Yo, cuando era pequeña, no tuve referentes públicos de personas LGTBI+ ni de personas sordas, hoy, una de mis batallas políticas y sociales personales es, precisamente, decirles que sí se puede, que somos personas con plenos derechos y que podemos llegar y hacer todo lo que nos propongamos porque somos personas, libres, e iguales en derechos, capacidades y dignidad. Estas palabras nos son mías, son el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que no solo las pongo en valor yo, también las puso el Langui, otro referente de las personas con discapacidad, en la canción frente al racismo en colaboración con el Chojin y otros raperos. (Sí Pablo Motos, con auriculares oigo música).

Hay dos mensajes en la batalla, el de Pablo Motos y Miguel Lago, el de la burla y la discriminación, o el que lanzamos desde Unides Podem, que todas somos personas, que nuestros derechos importan y que no, no nos vamos a achantar frente al acoso. A Pablo Motos y Miguel Lago les diría, ¡bienvenidos a la conquista de derechos! Les diría también, acérquense a la lengua de signos, acérquense, no mordemos.

El ejercicio de Pablo Motos y Miguel Lago es un ejercicio de capacitismo, es un ejercicio de discriminación absoluta. Nos están diciendo, "no puedes ser alcaldesa, no sirves para ser alcaldesa", y por ende, no servimos para ser trabajadoras, creadoras, comunicadoras, funcionarias o lo que nos dé la gana. ¿Qué pasa, Pablo, que para ser una buena candidata no te sirvo por ser bollera, o sorda, o las dos cosas a la vez? ¿Sí que te sirve Santiago Abascal o Díaz Ayuso a quienes les ríes las gracias? No pasa nada Pablo, no pasa nada Miguel, no me votéis, pero os quiero decir una cosa, para ser alcaldesa, senadora o síndica hay un aspecto fundamental y es servir al mandato democrático, y nuestro mandato democrático consiste en transformar la sociedad también frente a vuestras resistencias. Lo más grave es que ese mensaje no me ataca a mí, ataca a varios colectivos que históricamente hemos sido discriminados, hemos sido excluidos de las decisiones. Esto, con la gente que militamos en Unides Podem, está cambiando y en València vamos a ser vanguardia de este cambio.

Estos dos elementos reaccionarios se escandalizan porque una compañera, en ese caso Irene Montero, resaltó que soy bollera y que soy sorda. A ellos les escandaliza, según dicen, que tengamos que resaltar que soy mujer, sorda y bollera como si esto por definición fueran buenas cualidades como candidata para ser alcaldesa de València. Ellos, intento entender, consideran que ser sorda o bollera no debería ser destacable, no debería ser la carta de presentación, no son aspectos que me hagan mejor candidata, no es lo que hay que destacar de una candidata cuando la presentas. Y en este ejercicio de empatía que yo intento hacer, quiero devolverles a ellos la pelota y lanzarles una pregunta: ¿y por qué no? ¿por qué no es lo destacable ser sorda y bollera cuando nos encontramos en una sociedad en la que ser sorda y bollera, y por supuesto mujer, supone un cúmulo de techos de cristal, de obstáculos, de discriminaciones, de opresiones? ¿por qué no podemos destacar que, pese a todas las dificultades, muchas más que alguien que no es sorda, bollera o mujer, conseguimos estar en esta posición?

Miren, cuando en este país más del 90% de puestos de responsabilidad política o de representación pública eran ocupados por hombres, una de las cosas destacables cuando una mujer optaba a un puesto tradicionalmente ocupado por hombres, era precisamente que era mujer. Y entonces había gente de mente flojilla, reaccionarios, carcas que se escandalizaban. Y entonces decían, alarmados: ¿A dónde vamos a llegar? ¿no hay otra cualidad que destacar que el simple hecho de ser mujer? Da igual ser mujer! Como ya vale todo, ser mujer es ahora la carta de presentación para optar a cualquier puesto de poder. Estos elementos, que se caracterizan por la resistencia a los cambios y muy especialmente por no saber entender ni un ápice en qué sociedad nos encontramos, consideran que vivimos en una sociedad en la que da igual ser mujer u hombre, hetero o lesbiana, con discapacidad o no, negra o blanca. Da igual ser rica o pobre. No se enteran, o no quieren enterarse, que vivimos en una sociedad en la que ser de determinada manera ha implicado por definición más o menos derechos, más o menos barreras, más o menos oportunidades, más o menos posibilidades de ocupar espacios de representación. Y cuando el 90% del espacio de la vida pública y política era ocupado por hombres es obvio que el mérito fundamental para acceder a ellos era precisamente ser hombres. No haberse dado cuenta de esto aún, en el año 2023, cuando el feminismo ya lo desveló hace décadas, es pensar en el fondo que no pasa nada, que si el 90% de cualquier cosa es ocupada por un sexo concreto, es que es normal, es natural, serán méritos propios, ¿verdad? Será el currículum. Será que son muy guapos y muy válidos. Pero claro, ha resultado que hemos aprendido que no, que allá donde no accedían las mujeres era por las barreras del propio patriarcado. Y resultó que las mujeres comenzamos a romper barreras. Y empezamos a ocupar espacios. Y, pese a estar lejos aún de la plena igualdad, hemos avanzado muchísimo. Hemos conquistado derechos.

Exactamente lo mismo ocurre con las personas LGTBI o las personas sordas. ¿acaso Pablo Motos tiene la más remota idea de como es la vida de una persona sorda? ¿acaso se puede imaginar lo que significa para las personas con discapacidad que yo, mujer, sorda y lesbiana, esté donde estoy? ¿acaso su mente flojilla sabe comprender que soy una excepción, que he tenido que derribar miles de barreras y obstáculos que ellos ni en 7 vidas como la suya van a tener jamás? Claro que es un mérito que siendo sorda, mujer y lesbiana esté donde estoy. Y claro que son elementos a resaltar. Porque le estamos diciendo a la sociedad que seguimos rompiendo barreras, que nos abrimos paso. Que estamos doblegando la discriminación que sufrimos por ser mujeres, sordas o lesbianas. Que cuando apenas hay bolleras en puestos visibles, es porque algo pasa, es porque la sociedad nos pone barreras. Y cuando una bollera está donde estoy yo: tenemos que decirlo querido Pablo Motos.

Así que, después de haber hecho yo un ejercicio de empatía para entender como piensan estos elementos unga unga, les quiero devolver la pelota. Les invito a que hagan ese mismo ejercicio que yo hago con ellos, que intenten hacer un ejercicio de empatía y ponerse en mi lugar y en el de miles de sordos o miles de bolleras. Que imaginen por un momento por qué es tan importante nombrar, nombrarme como lo que soy, nombrarnos. Nombrarme a mi para poder nombrar a todas.

Yo quiero que las bolleras y las personas sordas y las que son a la vez sordas y bolleras tengan referentes. Quiero abrir camino para que otras lo tengan más fácil de lo que yo lo tuve. Quiero limpiar este camino para que las que vienen detrás no se encuentren un camino lleno de piedras. Quiero ser útil para ellas. Para todas. Conquisto espacios que no van a ser para mi, van a ser para todas. Este es el hilo de la conquista de derechos. De las mujeres, de las personas LGTBI, de las personas con discapacidad. De las clases populares. De todas y para todas.

Afrontamos unas elecciones municipales en València y en todo el país repletas de valentía, de la valentía de la gente humilde que en su corazón sabe que la base de la democracia es la igualdad, que son los derechos. Removemos las piedras del camino, acercamos la política a todas, también a las personas con discapacidad y a las personas LGTBI+. Hace no tanto ser una persona negra, homosexual o ser mujer era sinónimo de discriminación. Hoy derribamos esas barreras pese a las resistencias y una cosa ha de quedar clara, vamos a seguir haciéndolo. ¡Pablo, Miguel, bienvenidas a la conquista de derechos!  En València Unides Podem Esquerra Unida y la candidatura que lideró, seremos vanguardia y decisivas. ¡Y sí, sí se puede!

Más Noticias