Dominio público

¡Claro que a Feijóo le da miedo debatir con Abascal!

Ana Pardo de Vera

Vaya por delante que el debate electoral emitido en TVE y dirigido por Xabier Fortes con los siete portavoces de los partidos que tienen grupo propio y se presentan a las elecciones generales del 23 de julio sí ha sido un foro de altura, en condiciones, equilibrado, tenso necesariamente pero sin llegar a la grosería. El debate a siete de RTVE sí representa a la ciudadanía española, plural, democrática y -desgraciadamente- antidemocrática, esta última, con la presencia de Vox y sus 52 escaños en el Congreso representados/as por un Iván Espinosa de los Monteros venido arriba. Se trata, en todo caso, de intentar atraer a esa España negra a la democracia y si no quiere subirse al tren del progreso, dejarla en el andén.

El problema es que el PP no pretende aislar a quien se resiste a entrar en esta democracia imperfecta a la que le queda tanto por mejorar, sino que el partido de Alberto Núñez Feijóo pretende abrazar a esos antidemócratas que salieron de sus propias filas. Una vez abierta la caja de Pandora, no obstante, ya sabemos lo que suele ocurrir: no hay quien la cierre y sus vientos se te suben a la chepa.

Le ocurrió a la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra: su homólogo de Vox, a la par que socio de siempre demasiados gobiernos autonómicos y municipales, agarró los mantras del Partido Popular, les quitó el envolvente de ambigüedad y silencio y tomó las riendas de la sección de (ultra)derecha del debate. Espinosa de los Monteros, como Vox, no tiene vergüenza ni complejo alguno de lo que representa y de lo que está dispuesto a hacer en España si llegan al poder: eliminar las autonomías, las leyes de igualdad, la cultura y la libertad de expresión ... Gamarra no reprochó nada de esto al portavoz de la ultraderecha, al revés: todos los ataques de la representante del PP fueron para los demócratas -aunque este partido no considere así a Bildu o ERC, y sí a Vox, dentro de ese delirio de poder a costa de una madre si es necesario-.

Ahora imaginen a Feijóo en el lugar de Gamarra y a Santiago Abascal (Vox) en el de Espinosa de los Monteros en un debate como el de este jueves, pero con Yolanda Díaz (Sumar) en el atril de Aina Vidal y a Pedro Sánchez en el del portavoz socialista Patxi López: los candidatos, la candidata (UNA), de cada partido con grupo parlamentario propio que concurren a las elecciones generales del 23 de julio. Imaginen -no es difícil porque Espinosa de los Monteros lo ha dejado meridiano- el papelón del presidente del PP siendo devorado por un líder de la extrema derecha sin complejos, consciente de su poder para torcerle el brazo (como en Extremadura y, seguramente, en Murcia) y consecuente con la ambición sin escrúpulos de Feijóo. Imaginen y no tanto: el PP dependiente de Vox, del fascismo, se quedó en pelotas ayer ante su socio. Y tiene muy mal desnudo. Voten democracia.


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