Por humanidad, por responsabilidad moral e histórica, por solidaridad internacional, por condenar el colonialismo y por prevención de nuevas tragedias.
Corren días de terror, barbarie e impotencia. Entre ellos asoman muestras de solidaridad que son de lo poco que vislumbra algo de esperanza entre tanto fuego. Uno de estos indicios de resistencia se materializa, un año más, en la principal manifestación anual en apoyo al Sahara Occidental. La cita busca abrirse camino, entre el olvido y la represión, este sábado 11 de noviembre en Madrid.
En el contexto de una movilización de solidaridad con Palestina que llora y clama por todo el mundo, Madrid y España han mostrado su capacidad de movilización ciudadana (y vergüenza política) frente a los crímenes acometidos por el estado colonial de Israel durante el último mes, y los últimos 75 años.
Sin embargo, bien sabemos que estas movilizaciones y muestras de solidaridad no devuelven la vida a los casi cuatro mil niños y niñas asesinados durante las últimas semanas, no recogen bombas lanzadas ni devuelven las lágrimas al ojo. Pero aún tenemos la oportunidad de que ese horror no encuentre nuevos escenarios, pasar de la cultura de la reacción a la de la anticipación: exigiendo que se construya la paz incluso allí donde se dice haber "estabilizado" el conflicto.
Si algo nos están enseñando estas semanas devastadoras, es que 75 (50) años de colonización y represión de Palestina (Sáhara Occidental) por parte de un estado nacionalista y expansionista como el de Israel (Marruecos) sólo pueden acabar estallando como un conflicto altamente violento y con un costo de vidas intolerable.
No podemos permitirnos que una situación como la que se vive hoy en Oriente Medio llegue, de nuevo, al Norte de África. Es importante salir a las calles el 11 de noviembre para decirle basta a la ocupación, exigir la libertad de los pueblos y dejar claro que ni en Gaza ni en el Aaiún nos alineamos con colonos. Es importante porque hay que exigirle al Estado Español que deje de rehuir la legalidad internacional, y que tal y como se comprometió, asuma su responsabilidad en la celebración de un referéndum de autodeterminación. Es importante porque ninguno somos libres, hasta que todos lo seamos.
Este año la manifestación parte con el lema: "el derecho internacional es el camino". Quizás en el contexto actual de violaciones sistémicas del mismo, esta puede parecer una alusión ingenua. No obstante, no hace sino reafirmar la legítima lucha encabezada por el Frente POLISARIO y su impecable apuesta por el derecho internacional como el arma más valiosa para conseguir la liberación del pueblo saharaui.
Aunque vivamos en la era del escándalo y la exaltación, este sábado es una buena oportunidad para decir basta. Una buena oportunidad para dejar claro que no nos hace falta que estén volando cosas por los aires, que no nos hacen falta imágenes de bebés ni masacres en directo para movilizarnos. Este sábado es una buena oportunidad para dejar claro que justo eso es lo que no queremos.
El lema de la manifestación concluye afirmando: "La independencia es el destino". Por eso es importante la manifestación del 11 de noviembre, porque queremos un Sahara libre. Basta decir que con manifestarse este sábado no valdrá, y que el compromiso es constante e incondicional. Hasta tener una Palestina libre del río al mar y un Sáhara independiente del Aaiún a Cabo Blanco.