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Tapas Casa Feijóo: entresijos y sardinas

Sato Díaz

Jefe de Política en 'Público'

Tapas Casa Feijóo: entresijos y sardinas
Una lona colgada por el PP el 14 de julio en el centro de Madrid ofreciéndose como la solución. / Diego Ramadés (Europa Press)

El presidente del PP y candidato conservador levita por las Españas. Alberto Núñez Feijóo ya se ve desayunando a diario en la Moncloa bizcochos, y El Mundo en papel con el café cada mañana. O hay un drástico giro en la última semana de campaña que haga que al gallego se le agrie la leche, o el Verano Azul va a convertirse irremediablemente en una Legislatura Azul. Azul oscura casi negra.

Lo mejor de una campaña es la posibilidad de degustar gastronomía de diferentes territorios. Hoy, unas perrunillas extremeñas; mañana, que no falte el marmitako; antes de ayer, gazpachos manchegos; ayer, bajoques farcides alcoyanas. Y así, Feijóo, en pleno verano, parece que se va convirtiendo en un experto gastronómico. Va tomando nota, aprehendiendo recetas y diseñando su propio menú, la carta de Tapas Casa Feijóo.

Él también tiene sus preferencias culinarias. Y tiene pinta de que se decanta por las sardinas en espeto y por los entresijos madrileños, más todavía que las gallinejas. Andalucía y Madrid. Más sucintamente, Málaga y Madrid. Y así ha programado la recta final de su campaña electoral. El jueves por la noche tendrá un acto en la capital; el viernes por la mañana, en Málaga; el viernes por la noche, claro, en su Galicia natal, en A Coruña, no podía faltar. Tres comunidades autónomas donde el PP tiene mayoría absoluta, es decir, gobierna sin Vox.

Hace tiempo que el simbólico centro de gravedad político andaluz se desplazó, en parte, de Sevilla a Málaga. En la Universidad de Sevilla se fraguaría en los 60 el grupo de socialistas que, entorno a Alfonso Fernández Flores, reuniría a figuras claves para el PSOE como Felipe González, Alfonso Guerra o Manuel Chaves. Los tres amasarían un gran poder político años después. Más tarde, también del ambiente sevillano surgiría José Antonio Griñán o la propia Susana Díaz. El PSOE de ayer y de hoy no se entendería, en gran medida, sin Sevilla, tapas de pringá y molletes mañaneros.

Hoy, el PP gobierna con mayoría absoluta en Andalucía. Y en Málaga creció y se estrenó políticamente el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. También Elías Bendodo, quien ha sido mano derecha de Moreno en la Junta y ahora desempeña el cargo de coordinador nacional del PP de Feijóo, uno de los artífices del diseño de la actual campaña. Las Nuevas Generaciones malagueñas fueron escuela de formación de estos dos influyentes de la derecha española. Costa del Sol, boom de la construcción, especulación, chiringuito y espetos en ascuas de una barcaza en la arena de playa.

Feijóo ansía una mayoría absoluta (o amplísima) para gobernar tranquilo (sin Vox). Conforme avanza la campaña electoral, más repite esta idea el líder del PP. Gobernar tranquilo, como en Galicia; como hace hoy Moreno en Andalucía; como Isabel Díaz Ayuso, en los entresijos de Madrid.

Para ello, el gallego no ha dudado en usar las formas de la presidenta madrileña durante esta campaña, sobre todo en la última semana. Se vio en el debate de Atresmedia: mentira tras mentira, dato falso tras dato falso, descolocó a un Pedro Sánchez que infravaloró a su rival, sobre el que acostumbraba a pasar por encima en los cara a cara en el Senado.

Se percibe también la mano trumpista de Miguel Ángel Rodríguez en la capacidad de insertar temas que manden en campaña, colocar marcos que la jauría de medios de comunicación conservadores se encargan de ensalzar y repetir hasta la saciedad. Feijóo, esta semana, cambiaba el tercio de las investiduras con Vox en País Valencià o Extremadura poniendo en duda el sistema electoral y el voto a través de Correos. El PP cocina una sensación de caos y desorden en la ciudadanía, para hacer creer que luego servirá orden y estabilidad al gusto del ciudadano. ¿Cuál será el marco que lanzará el PP la próxima semana? ¿Qué plato tendrá preparado el chef Feijóo?

Durante los últimos días, el gallego se ha esforzado en hacerse el duro, rudo, al modo de Ayuso, para rebañar votos del plato de Vox. El Feijóo más madrileño. Entresijos y gallinejas. No sería de extrañar que la última semana se vuelva más sensible y cante malagueñas, a la luz de las ascuas que cocinan el espeto. España no es Madrid.

Moreno Bonilla, en la campaña de las elecciones andaluzas del pasado año, logró la mayoría absoluta no solo cerrando el paso a Vox, sino también apelando al votante socialista. Las izquierdas hablaron de la llegada de la ultraderecha durante buena parte de la campaña. Y el PP se erigió como el voto útil para frenar a los ultras para buena parte de la población.

Veremos, en los próximos días, a un PP haciendo guiños al electorado socialista esta recta final de la campaña con la excusa de frenar a Vox. La estrategia de las izquierdas y su capacidad de anticipación será de crucial para no comerse con patatas el segundo plato preparado con esmero en Casa Feijóo. Si esta semana se ha ayusizado, ahora llega la morenización.

En Casa Feijóo hay tapas variadas, para todos los gustos. Entresijos y gallinejas como en la fiesta de San Isidro de Madrid, sí. Pero no se pierdan los espetos de sardinas como si estuviéramos en un chiringuito de la playa de Huelin. Las brasas huelen desde aquí.

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