Las primarias demócratas atraviesan un momento de calma. Aún falta un mes para la cita de Pensilvania, donde Hillary Clinton volverá a encontrarse ante la tesitura de tener que ganar para mantener sus opciones. Pero eso no quiere decir que los candidatos estén quietos. Desgastar al adversario es ahora el objetivo. Algunas preguntas y sus respuestas sobre el estado actual de las primarias.

¿Ha perjudicado a Obama la polémica por los discursos incendiarios de su pastor, acusados de ser racistas?

Algunos sondeos demuestran que sí. En Ohio, Missouri y Kentucky, Obama obtiene ahora peores números que Clinton en un hipotético enfrentamiento directo con McCain. Se interpreta que ha perdido apoyos entre los votantes blancos en una tendencia por la que apostarán los republicanos. Sin embargo, el discurso pronunciado por Obama hace unos días para distanciarse de los puntos de vista radicales del reverendo Wright, de raza negra, fue bien recibido, incluso entre algunos partidarios de Clinton.

¿Pueden algunas de estas polémicas, que acaparan las páginas de la prensa de EEUU, llegar a herir de muerte a su candidatura?

No lo parece. La candidatura de Obama ya no es tan vulnerable como lo era al comienzo de las primarias. Eso no impide que la campaña de Clinton intente rentabilizarlas. Su objetivo inmediato es impedir que cale la idea de que una victoria de Obama es casi inevitable por su ventaja en el recuento de delegados, y hacer ver a los superdelegados y al aparato del Partido Demócrata que la contienda aún no está decidida y que hay tiempo hasta la convención de agosto para tomar una decisión.

¿Cuál es el arma secreta de Clinton?

La senadora de Nueva York ha insistido desde el primer día en el valor de su experiencia. No parece que los votantes demócratas hayan quedado muy impresionados. La crisis financiera, por el contrario, le abre interesantes expectativas. Los trabajadores de clase media-baja se han inclinado por bastante diferencia por Clinton a lo largo de las primarias, en especial en el Medio Oeste, donde la industria tradicional no deja de perder empleos. La amenaza de una recesión puede hacer que otros sectores compartan esos temores. Cuando corres el riesgo de perder el puesto de trabajo los discursos inspiradores de Obama no resultan tan efectivos.

¿En qué medida beneficia a John McCain la duración infinita de las primarias demócratas?

Al criticarse mutuamente, Obama y Clinton están probando sobre el terreno los argumentos que los republicanos emplearán a fondo durante la campaña de verdad. El último sondeo de Gallup revela que los votantes no tienen una opinión desfavorable de McCain. Los números de Obama y, sobre todo, Clinton, no son tan positivos.

¿En qué medida se juega el futuro de McCain en la guerra de Irak?

El senador republicano es un decidido partidario de mantener las tropas de EEUU en Irak el tiempo que sea necesario y de continuar con la escalada militar ordenada por Bush. En la medida en que continúe descendiendo la violencia, si eso es posible, las noticias de Irak irán desapareciendo de las primeras páginas de la prensa, lo que es bueno para McCain. Si la violencia regresara a los niveles pavorosos de 2006, lo que no es imposible, la guerra enterraría sus aspiraciones presidenciales. Los iraquíes no votan, pero influirán en la batalla electoral.

Iñigo Sáenz de Ugarte