Ojo público

El ángel que nos mira

 P. KITTIWONGSAKUL/AFP

Si es cierto el adagio según el cual el ojo que ves no es ojo porque lo veas, sino que es ojo porque te ve, con este no hay de qué preocuparse. Este ojo de un cartel publicitario de Bangok no sirve para ver, sino para que lo vean. La publicidad es el ángel que nos mira, una especie de ‘Gran Hermano’ que no lo sabe ni lo controla todo, pero que lo vende todo, incluso a sí mismo. Es cierto que no nos ve y, aun así, mirarlo nos causa cierta incomodidad y una vaga inquietud.ANTONIO AVENDAÑO

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