El run run

De Costa a Costa

No me desmentirá Ángel Acebes si les cuento la contrariedad y el enfado de Francisco Camps cuando la comisión organizadora del congreso del PP de Valencia, que él presidía, adjudicó a la empresa Promedium el montaje del escenario para entronizar a Mariano Rajoy en junio de 2008, en vez de asignarlo a Orange Market, como quería Francisco Camps, que apoyaba políticamente a Rajoy. Camps y sus clientes se sulfuraron y filtraron a la prensa que la empresa adjudicataria era propiedad de Elena Sánchez Álvarez, la esposa de Juan Costa, a la sazón potencial competidor de Rajoy por el liderazgo del partido. Juan Costa hizo mutis por el foro, su esposa se embolsó 1,1 millones de euros, y la dirección del PP, o sea, Rajoy, pidió juego limpio. Camps aceptó el veredicto de Rajoy y, puesto que el hermano de su número dos, Ricardo Costa, comía de su mano, le impuso silencio sobre la adjudicación. Pero ahora que la trama Gürtel de corrupción ha puesto en el disparadero a Ricardo Costa, su hermano Juan ha salido en su defensa, y ni uno ni otro pueden olvidar que su comportamiento se plegó a las ordenes de la dirección del partido, es decir, de Mariano Rajoy y de Francisco Camps, sobre todo, por la rentabilidad que les trajo la cuenta.

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