A mi bola

Rosell puede acabar con la paciencia de Guardiola

Los bien pensados lo considerarán una táctica de negociación. Los malos lo tildarán de incapacidad negociadora. El caso es que el Barça

no termina de concretar ninguna de las operaciones que tiene abiertas. ¿La razón? Que Rosell no está dispuesto a rascarse el bolsillo y está negociando muy a la baja. Así, mientras la oferta que ha hecho al Villarreal por Rossi es de 15 millones frente a los 40 a los que asciende la cláusula del italiano, Gianpaolo Pozzo, presidente del Udinese, se ha sentido ofendido con los 16 que el Barça ha ofrecido por Alexis Sánchez, muy lejos de los 35 que le da el Manchester City por el chileno. Algo similar ha ocurrido con el Sporting y su lateral izquierdo, José Ángel. La oferta azulgrana no superó los 1,5 millones de euros, de ahí que el club asturiano rompiera por lo sano.
Entre tanto, la prioridad de Guardiola es Cesc, un fichaje que el técnico considera estratégico pues se ajusta a la perfección a la idea de juego del Barça y es el relevo natural de Xavi. El fichaje de Fàbregas ya fue prioritario el verano pasado, pero en plena batalla electoral Laporta se lo dinamitó a Rosell. Pep mantiene contacto con Cesc y el centrocampista ya ha comentado en el Arsenal que se quiere ir al Barça. Aunque Wenger no lo pondrá fácil, ambos clubes están condenados a entenderse. De lo contrario, Rosell podría acabar definitivamente con la paciencia de Guardiola y dar argumentos para que se haga realidad el misterioso vaticinio de Johan Cruyff antes de la final de Wembley: "Pep ha hecho un trabajo durísimo y no me sorprendería que se fuera, independientemente del resultado". El Barça ganó, pero Rosell negocia como si hubiera perdido la llave de la caja fuerte. Habrá que pensar que es una táctica.

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