A mi bola

Puntapié al Balón de Oro con la Bota de Oro

Lo dijo Cristiano tras calzarse con su segunda Bota de Oro al máximo goleador europeo: "Este premio no depende de los votos de nadie". El puntapié del portugués al Balón de Oro debería hacer reflexionar a los organizadores de este galardón venido a menos por su evidente falta de criterio para nominar y elegir al mejor futbolista del año.

Basta con repasar el palmarés de la Bota de Oro para comprobar que algunos nombres chirrían, en gran parte porque hasta la temporada 96-97 todos los goles valían lo mismo, independientemente del campeonato en el que se marcaran. Tal vez los casos del galés Taylor, el armenio Avitisyan o el georgiano Endeladze abrieron los ojos a los organizadores de este prestigioso galardón, que aprovechó el paréntesis entre 1991 y 1996 para cambiar su normativa. Así, la Bota de Oro que recibió Ronaldo como jugador del Barça (96-97) fue la primera en la que se empezó a dar distinto valor al los goles. Los marcados en las ligas alemana, española, francesa, inglesa e italiana valen 2 puntos, mientras que los de las ligas austríaca, belga, búlgara, croata, escocesa, griega, holandesa, israelí, noruega, polaca, portuguesa, checa, rusa, serbia, suiza, turca y ucraniana, 1.5. El resto de campeonatos, de mucho menos nivel, se valoran con 1 punto.

Se lo dijo su paisano Eusebio: "Cristiano, creo que vas a ganar muchas Botas de Oro, es más fácil jugando en un equipo como el Real Madrid". Una vez más, el único jugador que lo podría impedir es Messi, algo que lejos de asustar al portugués, le motiva. Hoy por hoy, estos dos jugadores son los más decisivos en la suerte suprema del fútbol: el gol. Por eso ellos se ponen las botas, aunque haya otros jugadores que les pongan los balones.

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