A mi bola

Al saber Mourinho le llama suerte

Más comedido que en otras ocasiones, tal vez por falta de argumentos para embarullar su nueva y sonrojante derrota, Mourinho redujo el 1-3 del clásico a una consecuencia del azar. Sin el mínimo atisbo de autocrítica sobre el juego de su equipo, el portugués prefirió recordar la clasificación. "Ahora estamos igualados a puntos y tenemos un partido menos. Si no perdemos, llegaremos a Navidad como líderes". Pues enhorabuena, Mou. Después de la multimillonaria inversión que Florentino Pérez realizó en verano, resulta que cuando el Madrid no gana su multimillonario técnico sólo sabe apelar a la suerte del rival.

Hasta Guardiola, con el 1-3 aún reflejado en los videomarcadores del Bernabéu, dijo: "Debemos entrenar más la circulación del balón, pues perdimos muchos en el centro del campo". ¿Una pose? No, un análisis de lo que fue el juego de su equipo, en lugar de sacar pecho por un liderato que, como bien dijo Pep, de nada sirve en diciembre.
Ni siquiera que el Madrid acabe el año como líder de la Liga significará que es superior al Barça. Una cosa es ser primero y otra mejor y el clásico del Bernabéu sirvió para acabar con la cantinela de que el Madrid estaba mejor que el Barça. Tendría más puntos, pero eso no quería decir que fuera mejor. Es lo peor de los resultadistas, que sólo les sirven los resultados y sólo cuando les sirven.

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