Tierra de nadie

Una sucursal en las Bahamas

Un estudio sobre las empresas del Ibex 35 ha desvelado que antes que abrir sucursal en Toledo, que es una ciudad chulísima pese a las cuestas, nuestras multinacionales prefieren operar desde Bermudas, Caimán, Jersey y cualquier otro de los paraísos fiscales que se mantienen extrañamente activos, ignorantes de que el capitalismo se ha refundado y ya no existen. Las españolas son compañías de lo más prudentes y por eso ninguna ha facilitado información ni de las actividades que allí desarrollan ni de los impuestos que pagan en los países donde están asentadas. Son transparentes a la par que discretas, y ahí reside su encanto.

Dado el patriotismo de nuestras firmas de mayor relumbrón, sería un insulto suponer que con su presencia en estos territorios pretenden escapar al fisco y no pasar por caja. Nada hay que no hicieran por nosotros estas entidades que, más que negocios, lo que hacen es país cuando se pasean por el mundo. Puede que estén en Bahamas, pero también estuvo allí Colón y nadie se escandaliza. Así que, conociendo el paño, lo lógico es interpretar que su expansión paradisíaca es pura internacionalización comercial. ¿Es pecado acaso exportar a la isla de Man?

Su coherencia nos ilumina. No hay nada de contradictorio en que no hayan dejado de reclamar un mercado laboral más flexible y un despido más barato y que, al mismo tiempo y en su inmensa mayoría, se hayan hinchado a suscribir cláusulas de blindaje a sus ejecutivos, algo normal teniendo en cuenta que estos señores –señoras hay pocas- son tan liberales que no pueden ver un contrato indefinido. ¿Que por qué si la mitad de ellas han exhibido tasas de crecimiento de dos dígitos en lo más duro de la recesión, su ritmo de destrucción de empleo ha sido muy superior a la media? Pues para alertarnos de que la situación era gravísima.

A diferencia del español medio, que ha vivido alocadamente por encima de sus posibilidades y encima se queja, nuestras grandes corporaciones siempre han estado dispuestas a arrimar el hombro en beneficio de todos. Tenemos con ellas una deuda de gratitud que no podremos saldar fácilmente.

Más Noticias