Bocacalle

La eliminicación de Carne Cruda en Radio3

El pasado 31 de agosto, coincidiendo con la censura y cierre de las emisiones en Radio 3 de su programa Carne Cruda, el director del mismo firmaba un impecable escrito en El Diario en el que exponía las sinrazones por las cuales el nuevo responsable de esa emisora pública acababa con uno los mejores espacios radiofónicos de los que disfrutaban los oyentes de Radio Nacional de España (RNE).

Javier Gallego había logrado, en el transcurso de solo tres años, un programa crítico, independiente y políticamente incorrecto sobre la realidad social de este país, cuyo formato y contenido satisfacían a una audiencia cada vez más creciente, audiencia que a partir de este nuevo curso, como ha sucedido con otros solventes programas de la radio pública eliminados por el gobierno de Mariano Rajoy, ha quedado huérfana y probablemente haya abandonado como protesta silenciosa el dial de RNE hasta mejores tiempos, sin saber adonde dirigir su escucha, pues el panorama es desolador.

La depauperación profesional que ha experimentado Radio Nacional de España, desde el momento en que la mentalidad conservadora y partidista del nuevo gobierno ha aplicado su bisturí, es sencillamente aberrante. Centrándonos en el programa de Javier Gallego, cuya permanencia en antena había garantizado el nuevo director de Radio 3, resulta de una hipocresía insuperable que éste haya alegado motivos económicos para eliminarlo, cuando un mes antes tanto su director como su equipo de colaboradores habían aceptado un recorte de un 20 por ciento en sus remuneraciones.

Como Tomás Fernando Flores, el nuevo director de Radio 3, dijo que Carne Cruda resultaba un programa muy caro, Javier Gallego expuso en su artículo que su sueldo como autónomo rondaba los 1.400 euros netos, mientras que muchos colaboradores participaban de forma desinteresada o cobraban una cantidad simbólica de 50 euros, cifras que evidencian por sí mismas el grado de cinismo de Flores.

Cree Gallego que el discurso y maneras de Tomás Fernando se parecen tanto a las del actual Gobierno que cualquiera diría que el Gobierno está detrás. "No voy a ser tan mal pensado- afirma-. No está detrás. Está delante porque ni siquiera se molesta en ocultarlo. No han ocultado que les estorbaban periodistas que pueden ponerles en tela de juicio, como Ana Pastor, Toni Garrido o Juan Ramón Lucas, a los que han despedido cuando mas éxito tenían sus respectivos programas. Para ellos, mi respeto y admiración porque han caído por una causa digna y que los periodistas debemos dignificar: hacer periodismo. Lo dije cuando el Gobierno decidió tomar el control de la radio televisión pública gracias a su mayoria absoluta: venceréis pero no convenceréis, como afirmó Unamuno. Hoy pienso que me equivoqué: ni vencen ni convencen. Convence el que tiene razones y ellos han demostrado que solo saben responder a los argumentos del contrario con la fuerza. Y no vencen porque cada decisión que toman les hace perder el escaso crédito que tienen entre gran parte de la ciudadanía, incluidos algunos de sus votantes".

Más Noticias