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OBOE: un instrumento musical…y un sistema de ayuda al bombardeo

Ignacio Mártil
Catedrático de Electrónica en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Sociedad Española de Física

Recojo aquí un extracto del contenido del Capítulo 6 de mi libro "El Radar en la historia del siglo XX. Una de las armas decisivas de la Segunda Guerra Mundial".

OBOE: un instrumento musical…y un sistema de ayuda al bombardeo

De Havilland Mosquito, el cazabombardero británico que equipaba las escuadrillas de guía a los bombarderos. Los radares de defensa aérea alemanes no tardaron en reconocer las huellas de los Mosquito que transportaban marcadores de objetivos asistidos por OBOE, pero carecían de aviones con la velocidad y la altitud necesarias para perseguirlos.

 

1. Antecedentes

Antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, existía la idea generalizada de que el bombardeo estratégico de ciudades y zonas industriales sería un factor clave a la hora de decidir el resultado de cualquier guerra futura. En 10 de noviembre de 1932, el Lord Presidente del Consejo británico y Primer Ministro de facto, Stanley Baldwin, pronunció un discurso en la Cámara de los Comunes en el que señaló que:

"No hay poder en la tierra que pueda proteger [al hombre de la calle] de ser bombardeado. Independientemente de lo que puedan decirle, el bombardero siempre pasará" (the bomber will always get through)

Esa frase, "El bombardero siempre pasará", llegó a ser muy citada en los años previos a la guerra entre los que creían en la eficacia del bombardeo estratégico. Se afirmaba que las flotas de bombarderos serían capaces de soltar con precisión sus cargas sobre objetivos situados en lo más profundo del territorio enemigo.

Cuando comenzó la guerra en septiembre de 1939, rápidamente quedó claro que no era así. Las incursiones diurnas de los bombarderos británicos, principalmente contra bases navales alemanas, provocaron pérdidas de aviones tan elevadas que se tuvieron que interrumpir rápidamente. Las operaciones diurnas de los aviones del Mando de Bombarderos se limitaron durante el resto de 1939, y a partir de 1940 la mayoría de los bombardeos se llevaban a cabo por la noche. Este cambio redujo las pérdidas experimentadas durante las operaciones diurnas, pero también significó inevitablemente que la precisión del bombardeo se redujo drásticamente. Algo similar ocurrió con las incursiones de la Luftwaffe sobre Gran Bretaña durante los últimos meses de 1940 y los primeros de 1941 en su campaña contra las industrias y las ciudades británicas, el "Blitz".

A pesar de esas dificultades, la campaña de bombardeo británica continuó en 1941 con un número y tamaño de incursiones siempre crecientes. La Royal Air Force (RAF) afirmaba que la mayor parte de sus bombas caían en sus objetivos. Sin embargo, en agosto de 1941, David Bensusan-Butt, un economista miembro del Secretariado del Gabinete de Guerra redactó un  informe analizando centenares de fotos tomadas por las tripulaciones de los bombarderos que habían actuado sobre Alemania y algunos de los territorios ocupados. En el informe se comparaban los datos que se desprendían de las imágenes con los informes de las tripulaciones de los bombarderos. El resultado no podía ser más decepcionante: solo el 5% de las bombas cayeron dentro de un radio de 8 km. de sus objetivos. Con este tipo de estadísticas, cualquier campaña estratégica basada en ataques contra fábricas y objetivos similares en tamaño era sencillamente inútil. El principal asesor científico del Winston Churchill, Lord Cherwell, leyó el informe y se lo entregó al Primer Ministro con una anotación: "La lectura es deprimente". Este análisis confirmó la sospecha de Churchill de que el bombardeo estaba resultando ineficaz y el 3 de septiembre, dirigiéndose al Jefe del Estado Mayor de la RAF, le indicó que el fracaso de los bombardeos: "Parece requerir su atención más urgente. Quedo a la espera de sus propuestas de actuación".

Parecía evidente la imperiosa necesidad de un sistema de bombardeo que permitiera alcanzar los objetivos en cualquier condición climatológica y de visibilidad escasa o nula. Eso fue OBOE.

2. Principio de funcionamiento de OBOE

OBOE era un sistema de bombardeo de precisión que fue utilizado tanto por la RAF como por la USAF y desempeñó un papel esencial en la campaña de bombardeo contra Alemania. La mejor manera de resumir su éxito es citando el relato del Mariscal del Aire, Arthur T. Harris sobre las operaciones del Mando de Bombarderos:

"Por fin estábamos listos y equipados y la ofensiva principal del Mando de Bombarderos comenzó en un momento preciso, el momento del primer ataque importante contra un objetivo en Alemania por medio de OBOE. Fue la noche del 5 al 6 de marzo de 1943, cuando por fin pude emprender, con alguna esperanza real de éxito, la tarea que se me había encomendado cuando me hice cargo por primera vez del Mando de Bombarderos a principios de 1942: la tarea de destruir la capacidad industrial de Alemania".

La ciudad era Essen y el objetivo las fábricas del gigante de armamentos Krupp. El éxito fue absoluto. ¿Qué aportaba OBOE al bombardeo de precisión? OBOE constaba de un par de transmisores de radio situados en dos puntos distantes entre sí, localizados en la costa oriental de Gran Bretaña, denominados CAT (estación de seguimiento de la trayectoria), en Dover y MOUSE (estación de alerta de bombardeo), en Cromer. La imagen lo ilustra:

OBOE: un instrumento musical…y un sistema de ayuda al bombardeo

Esquema ilustrativo del principio de operación del sistema Oboe. La imagen es de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, en la que he superpuesto los letreros "Mouse" y "Cat". Ver el texto para la explicación detallada

 

Estas estaciones enviaban señales  de una frecuencia de 200 MHz que eran recibidas y reenviadas por un transpondedor (un equipo que recibe una señal de ondas de radio de una determinada frecuencia y la devuelve a la estación  emisora en otra frecuencia y con algún tipo de cifrado, para evitar su posible interferencia) instalado en una aeronave que actuaba de guía de la formación de bombarderos, generalmente los cazabombarderos De Havilland Mosquito.

Antes de cada misión, se trazaba un círculo centrado en el transmisor CAT, que pasaba sobre el objetivo a bombardear. Los bombarderos, uno tras otro, intentaban volar por este camino circular hacia el objetivo, siguiendo el siguiente procedimiento: en su ruta de aproximación, el operador de CAT verificaba que el avión volaba sobre el círculo preestablecido. Si se alejaba de la trayectoria, CAT emitía una señal codificada en un código Morse de rayas y si se desviaba acercándose a la estación emisora, esta enviaba un código de puntos. Así, la estación CAT ayudaba al avión a mantener la trayectoria de aproximación correcta. Cuando el avión volaba en la trayectoria prefijada, se escuchaba un tono constante como el de un oboe, de ahí el nombre OBOE del equipo.

A medida que el bombardero se acercaba a su objetivo, MOUSE, la segunda estación de OBOE, emitía secuencialmente varios mensajes también cifrados en código Morse que le indicaban al avión el tiempo que faltaba para lanzar su carga de bombas sobre el objetivo, así como el momento en que debía lanzarlas.

3. Peculiaridades de OBOE

OBOE era extremadamente preciso. Con un error de unos 100 m. a una distancia de 400 kilómetros, era tan bueno como las miras ópticas Norden de bombardeo. Los ensayos previos efectuados en Gran Bretaña mostraron que para un avión que volaba a 300 km/h a una distancia de 180 km, el error medio de las bombas lanzadas desde 2.000 m. era de 45 m., y para las bombas lanzadas desde 7.500 m. era de 100 m. Al final de la guerra se constató que, de los errores de bombardeo, apenas el 10% correspondieron a OBOE, el 45% a errores de vuelo, el 30% a imprecisiones en las previsiones meteorológicas del viento y el 15% restante a otros factores.

Debido a que el avión controlado por OBOE debía interaccionar con la estación emisora, solo unos pocos aviones de una formación (los que actuaban de guía) llevaban el transpondedor. Los escuadrones dedicados a la identificación de blancos se conocían como Pathfinders. Estos localizaban y señalaban los objetivos con bengalas o bombas incendiarias, gracias a lo que una fuerza de bombarderos principal podía identificarlos fácilmente, aumentando la precisión de su bombardeo.

La principal limitación del dispositivo era que se trataba de un sistema de línea de visión; por tanto, la curvatura de la Tierra le permitía atacar la zona industrial del Ruhr, pero no objetivos situados más al interior de Alemania. Una objeción inicial que se puso a OBOE fue que se consideró un suicidio volar un avión en una trayectoria circular fácilmente detectable. En la práctica, esta objeción no fue relevante, ya que los aviones-guía británicos, papel que recayó en el excelente De Havilland Mosquito, podían volar a alturas y velocidades que resultaron casi imposibles de interceptar por los cazas nocturnos alemanes. Como resultado, las pérdidas de Mosquitos equipados con OBOE fueron muy bajas.

Los alemanes tardaron varios meses en descubrir el misterio del sistema OBOE, que finalmente descifraron a finales de agosto de 1943. Intentaron interferir las señales del primer sistema OBOE de 200 MHz, aunque cuando lo consiguieron, los británicos ya estaban utilizando el OBOE Mk. II de 3 GHz y utilizaban las antiguas transmisiones como señuelo para confundir a los alemanes.

Buena parte de los logros de la campaña de bombardeo sobre Alemania se debieron a OBOE, aunque hubo otros múltiples factores. Por ejemplo, cuando se realizaron incursiones a mayor profundidad del territorio de Alemania, por ejemplo, Berlín, que quedaba más allá del alcance de OBOE, se tuvo que recurrir a radares aerotransportados de ayuda a la navegación, como era el radar H2S. Pero esa es otra historia que describiré en otro artículo.

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