Entre leones

Siete ideas para siete puntos

Meses antes de las elecciones andaluzas de 2012, casi todas las encuestas daban una diferencia del PP sobre el PSOE casi imposible de superar; algunas la fijaron en 12,3 puntos. Recuerdo que una semana antes, en el patio del Congreso de los Diputados, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, me dijo que el PP estaba "sobrado", que ganaría por una cómoda mayoría absoluta.

Finalmente, el PP encabezado por Javier Arenas apenas ganó por algo más de un punto, tres escaños y 43.000 votos al PSOE de Pepe Griñán.

El pacto de los socialistas con IU de Diego Valderas, que logró 12 escaños, cerró definitivamente el paso a un gobierno de derechas en Andalucía.

El PSOE andaluz lo tenía todo en contra. Para colmo, un mes antes de los comicios, Carme Chacón, la apuesta de Griñán a la secretaría general de los socialistas, perdió frente Alfredo Pérez Rubalcaba por apenas 22 votos.

Tan mala era que el casillero de filosocialistas quedó vacío. Los pelotillas del poder, que siempre están al sol que más calienta y cerca de la sopa boba, se pasaron con armas y bagaje al PP. Recuerdo que la entonces secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, recibió todo tipo de críticas, algunas rayanas en el insulto. Hasta "analfabeta funcional" la llamaron en aquel aluvión de desbarres.

Si estaba tan mal, ¿cómo logró el PSOE darle la vuelta a la tortilla a una situación que parecía irreversible?

Básicamente, gracias al propio Griñán, que protagonizó una campaña muy pedagógica, con mítines muy cercanos y restringidos, por toda la geografía andaluza. Se batió el cobre y paró a una derecha que vendió la piel del oso antes de cazarlo.

Pero también jugaron un papel muy importante los sindicatos. Los dirigentes de CCOO y UGT se arremangaron y se metieron en campaña para frenar al PP.

Hoy, aunque todavía faltan más de dos años para las elecciones autonómicas, el PP está por encima del PSOE.

En las elecciones generales del pasado 26 de junio ya se puso por delante: le sacó algo más de dos puntos y tres escaños. Pero ahora, todo hace indicar que la diferencia puede estar en torno a los siete puntos según alguna encuesta que dicen que está guardada bajo llave.

Sea cierto o no este sondeo, no resulta descabellado que los populares estén ahora mismo siete puntos por encima de los socialistas en Andalucía.

Y lo que te rondaré morena si el PSOE-A no tomas medidas  para revertir una situación que está abonando el terreno para un gobierno de PP-Ciudadanos en 2019.

Aquí van siete ideas para paliar esos siete puntos.

De entrada, los socialistas andaluces están obligados a recuperar  la sintonía con los sindicatos. Ahora mismo, las relaciones no son buenas.

Asimismo, tienen que limar asperezas y buscar puntos de encuentro con Unidos Podemos.

Y, sobre todo, deben de dejar de amamantar electoralmente  a Ciudadanos, futuro socio del PP.

En el nuevo escenario político, con cuatro actores, el PSOE-A sólo será hegemónico si se sitúa inequívocamente en la izquierda.

Y, además, los socialistas andaluces deben abortar la campaña contra el secretario general del PSOE.

Aun ganándola –eso está por ver-, Susana Díaz y los demás dirigentes socialistas andaluces se están significando peligrosamente al lado de la derecha.

De hecho, el intento de desbancar a Pedro Sánchez por tierra, mar y aire que Susana Díaz capitanea se vincula directamente a un cambio de posición del PSOE para favorecer la investidura de Mariano Rajoy.

Teniendo en cuenta que los votantes socialistas apoyan abrumadoramente el ‘no’ de Pedro Sánchez, la posición del PSOE-A es más una temeridad que un acto de responsabilidad para con España.

Si a esto añadimos la agenda madrileña de la propia Susana Díaz, con contactos con destacados representantes del Ibex 35, periodistas al servicio de la derecha e incluso con dirigentes del PP, pues no cabe duda de que el socialismo andaluz está haciendo todo lo posible para perder las próximas elecciones.

Estos contactos le confieren un cartel añadido de desleal que ha calado entre la militancia socialista.

Por último, la Ejecutiva Regional del PSOE tiene que acabar con esa situación de impás que vive desde el arranque de esta legislatura el Gobierno andaluz.

No comparto que falten políticos y materia gris en el Ejecutivo andaluz.

A mi modesto entender, falta discurso, proyecto y voluntad política para seguir protagonizando el progreso en Andalucía.

El PSOE debe recuperar también la calle. Por primera vez, puede que no esté al frente de la gran movilización que se avecina antes de fin de año por el deterioro de los servicios públicos esenciales.

Esas carencias no se suplen con una imagen apuntalada a golpe de dinero publico, con botafumeiro a todas horas, con ese  ‘cocina y copla’ insufrible de Canal Sur, la versión actual y andaluza de pan y circo. Y que conste que sus profesionales son de primerísimo nivel, pero la apuesta política es por una tele modelo Telemadrid sin películas del oeste.

Esa deriva debe acabarse también.

Pero a lo mejor estoy equivocado y la culpa de todo la tiene Pedro Sánchez, que, oído lo oído por los callejones del poder, debió matar también a JFK o incluso a Manolete, ¿no?

AVISO A NAVEGANTES: En Cádiz, cuna del socialismo con raíces campesinas y anarcosindicalistas, ha arrancado una campaña de recogida de firmas para advertir a los principales órganos de dirección socialistas que los "abajo firmantes" entregarán el carné en el momento que el PSOE facilite la investidura de Mariano Rajoy.

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