Merienda de medios

La reprobación del Papa

La Mesa del Congreso, con el voto a favor de dos diputadas del PP, ha aceptado a trámite la propuesta de Joan Herrera para debatir si se reprueba al Papa por aquellas santas declaraciones en las que afirmó que el reparto de condones agravaba el problema del sida. El integrismo católico ha puesto el grito en el cielo –dónde si no– con el argumento de que el Parlamento no es quien para pronunciarse sobre las opiniones de un jefe de Estado, el Vaticano, aunque ese jefe de Estado se pase el día reprobando algunas de las leyes de este Parlamento, tal que el divorcio, el aborto o la Educación para la Ciudadanía.

Al PP le llovían chuzos desde el hisopo de La Razón: "Un partido político serio que se respete a sí mismo y, sobre todo, a sus votantes, no se presta a espectáculos bochornosos, como someter a debate la honorabilidad de un líder espiritual de talla mundial como es Benedicto XVI", decía el escriba de Marhuenda. Pero nada comparado con la admonición del humorista que perpetra los editoriales del Ya: "Estamos asistiendo (...) a la descomposición total y definitiva del PP como fuerza política en España".

José García Domínguez, famoso por haber dejado de ser de izquierdas, arremetía en Libertad Digital contra "las soberanas gansadas del tal Herrera" mientras se burlaba de "las vocingleras consortes de los oportunistas arriolas", o sea, Celia Villalobos, así como del "inestimable aval político, jurídico e intelectual" de Ana Pastor. "Lo que a la progresía le resulta intolerable del Papa no son sus principios, sino el hecho, subversivo en sí mismo, de que los posea".

Lo que es seguro es que García Domínguez hubiera escrito de fútbol de haber escuchado ayer al apóstol Federico. A contracorriente del convento, a quien despellejaba era a Jorge Fernández Díaz, activo miembro del Opus Dei y uno de los dos diputados del PP que se opuso a tramitar la moción. "Esto es una maniobra de filtración del compañero, del hermano Fernández Díaz, gran liante donde los haya, un personaje de cuidado".

Papistas

A favor del debate se mostraba German Yanke, quien recordaba en La Estrella Digital que el propio Pontífice aceptó un combate dialéctico con el filósofo ateo Flores d’Arcais: "Se podría decir, por tanto, que además de la batallita de un sector de la derecha española contra otro (...) hay quien quiere ser más papista que el Papa". Completamente de acuerdo. O sea, amén.

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