Modos y Modas

El perdido matiz

AGUAS HELADAS// LORENZO SILVA 

La violencia doméstica (perdóneseme la incorrección, pero algunos tenemos nuestras razones para preferir ese nombre y no los parciales violencia de género y violencia machista) sigue siendo un monstruo insaciable que cada año envía a la tumba a decenas de mujeres (y aunque suela omitirse, a unos cuantos hombres).

La Ley Integral ha incrementado muy significativamente el número de reclusos y de órde-nes de alejamiento, pero no ha logrado reducir el número de muertes. Quizá porque no se trata sólo de legislar y de dictar autos y sentencias, pero ésa es otra cuestión. El hecho es que en la contumacia del drama algunos han visto negocio y espectáculo y el gobierno ha tenido que pedir a las televisiones que se abstengan de usar este desastre colectivo como carnaza de ‘prime time’.

Encomiable y necesaria iniciativa, con escaso eco por el momento. Si algo da audiencia, no hay quien lo pare, ni quien introduzca reflexión ni matiz alguno. El otro día, en una cadena de televisión, la locutora abogaba con vehemencia por "proteger a las mujeres y mandar a los hombres a pudrirse en la cárcel". Así, tal cual. ¿No cabe entender más bien que quienes merecen protección son las víctimas, mujeres o no, y quienes deben recibir respuesta penal (y tratamiento) son los maltratadores, no la masculinidad universal? La deriva actual del discurso asusta. Al menos a quienes tenemos hijos de ambos sexos y aspiramos a que no se pisoteen los derechos de ninguno.

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