Otras miradas

Vox es un peligro para la democracia, la izquierda debe saber reaccionar

Montse Melià

Periodista

Vox es un peligro para la democracia, la izquierda debe saber reaccionar
Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, Santiago Abascal, Javier Ortega Smith y Macarena Olona montados en un autobús durante la congregación de coches y motos por las calles de la capital en la manifestación de Vox para pedir la dimisión del Gobierno de Pedro Sánchez por su gestión durante la pandemia del Covid-19.- Joaquin Corchero / Europa Press

Un interesante mensaje en Twitter se preguntaba hace unos días si el sistema democrático español resistiría tras un gobierno de Vox. Y a raíz de las declaraciones del nuevo vicepresidente de Castilla y León, llego a la conclusión de que no. Voy a intentar explicar mis razones.

Vox tiene unos estatutos que ponen la piel de gallina a cualquier demócrata. No eligen a sus cargos por votación de sus militantes. Les trae al pairo la soberanía del pueblo dado que proclaman que la Nación es más que el pueblo, cuando el concepto de democracia es precisamente el poder del pueblo. ¿Les suena aquello de "unidad de destino en lo universal"? Pues eso.

En cambio no dudarán en modificar la constitución en todo aquello que les convenga, eso si tienen mayoría suficiente, que un día u otro la tendrán, solos o con el PP.  Por eso el nuevo vicepresidente de CyL se ha apresurado a recordar a sus votantes quienes son y lo que pretenden, para que a nadie se le olvide. Juan García Gallardo recordó  des de la Cortes autonómicas que "cuando tengamos mayoría suficiente derogaremos el título VIII de la Constitución" que es el que establece el Estado de las Autonomías, base de la Constitución española de 1978.

El líder de Vox Santiago Abascal dejó claro que su objetivo es formar parte del Gobierno de España. Y es muy probable que lo consiga, con la ayuda del PP. La formación de Gobierno en CyL es la prueba del algodón.

Ahora ya es perfectamente imaginable que pueda existir un gobierno en España formado por el PP y Vox. Como también lo es que el PP se tendrá que tragar las condiciones que le ponga Vox en el sentido de reformar la Carta Magna en determinados aspectos. Lo podrán hacer siempre y cuando dispongan de la mayoría suficiente. Es posible que incluso puedan cambiar las mayorías cualificadas que se requieren para determinadas votaciones. Cuando no se tienen escrúpulos esto es lo que hay. Y lo lamentable es que la mayoría de sus votantes ni se enteran de esto ni probablemente les interese mucho.

El discurso hacia los votantes es otro. La economía es uno de sus preferidos. La máxima es Sánchez, los socialistas y sus socios son malos gestores. Al grito de que están hundiendo la economía española consiguen seguidores entre los que temen perder sus privilegios como empresarios o rentistas (esos son suyos desde siempre) entre los autónomos la mayoría de los cuales sobreviven con el equivalente a un sueldo medio, entre los jóvenes, mayoritariamente del género masculino, sin estudios, sin ocupación y casi sin futuro. De ahí sus soflamas contra el movimiento feminista, la violencia de género e incluso el aborto. El caso es que los canales por los que extienden su ideario no son de partidos, lo hacen a través de foros y redes sociales que para nada llevan membrete político.

El caso es que este discurso no se contrarresta por parte de la izquierda ni de los que nunca pactarían con ellos. La posición es la de siempre: ¡Uy que miedo, viene la ultraderecha! Pero, ante la crisis de los camioneros, al Gobierno le costó mucho empezar a negociar. El apoyo a los autónomos es difícil para los sindicatos. Primero porque los hay de muchos tipos, los espabilados que defraudan a Hacienda de forma sistemática y los falsos autónomos, por ejemplo. Estos pobres están más maltratados que los trabajadores precarios puesto que ocupan puestos de trabajo estructurales sin las ventajas de los asalariados como la jubilación o el subsidio de paro. Hay una gran bolsa de trabajadores y trabajadoras descontentos a los que la izquierda no da respuesta con lo que a muchos los capta Vox con un discurso xenófobo, racista, anti-inmigración y por supuesto anti gobierno. Y también patriotero.

Estos jóvenes que ahora se inclinan por Vox no van a contar. No se van a hacer leyes para que puedan vivir mejor. Bien al contrario, mantener los privilegios de los de siempre (eso si se va a hacer) les dejará, como siempre, en la estacada. ¿Y eso como lo combaten los partidos progresistas? Lo hacen con los métodos de siempre y no funciona.

El peligro no era el "procés", eran ellos. La Constitución no se ha podido reformar en todos estos años (salvo pequeños maquillajes) ni, al paso que vamos, se va a reformar nunca en positivo para la mayoría de los ciudadanos. En la historia de España esto no ha pasado. Salvo un poco a raíz de la Transición.

Dice Vox también que las Comunidades Autónomas (CCAA) multiplican las administraciones y socavan la economía de este país. Esto es falso. España no tiene más cargos políticos que otros países de la UE, ni tiene más presupuestos, ni más funcionarios. Sólo hay que consultar Eurostat, la agencia estadística de la UE y comparar la realidad existente entre los diferentes países de la Unión. La mayoría de los más de 400.000 políticos que se denuncia desde los aledaños de Vox que tiene España son concejales de miles de pueblos, muchísimos pequeños, que no cobran ni un duro por su trabajo, que es mucho más del que llevan a cabo los líderes de ese partido.

Y si suprimimos las CCAA o las diputaciones no podemos suprimir sus funciones, por tanto los funcionarios serán los mismos, el coste será el mismo, excepto los cargos, que ya admito que cobran bastante. Pero estos los ponen los partidos en España, como los va a poner Vox en Castilla y León. Muy mal hecho.

Total que, aunque cueste, aunque piensen que pueden perder puntos, votos y algún cargo, urge una reforma en profundidad, sin excusas y sin concesiones a la ultraderecha. Hay que hacerlo y aguantar el diluvio. Hace falta valentía y coraje. Lo siento pero una corrida de toros no tiene nada de cultural, se puede considerar una fiesta histórico-antropológica, pero no cultural. No hay que transigir, el tiempo pasa y los partidos tienen que saber adecuarse a la época que vivimos.

Por no hablar de la utilización de los medios de comunicación. Distribuyen su menaje político a través de sus canales afines y construyen un relato político bastante ajeno a la verdad pero que la mayoría de los medios "compran". Se amparan en su representatividad, en que son el tercer grupo del Congreso. Eso es cierto pero ¿por qué los medios se limitan a repetir lo que dicen los partidos políticos sin cuestionar lo que dicen? Esa no es la función del periodismo. Hay que interpretar y analizar lo que dicen, para repetir como papagayos no se necesitan periodistas. Hay múltiples ejemplos: el lío de las casetas de la Feria de Sevilla sería uno.

Por tanto Vox no es un partido democrático. No lo es por estatutos y no lo es por su práctica política diaria. España lo tiene más crudo para resistir como sistema democrático a un gobierno de Vox que por ejemplo Estados Unidos que consiguió resistir al trumpismo, hasta el momento.

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