Otras miradas

Crónica feminista del Debate del Estado sobre la Nación

Ana Bernal Triviño

Crónica feminista del Debate del Estado sobre la Nación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la primera jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación, en el Congreso de los Diputados, a 12 de julio de 2022. EUROPA PRESS

Mucho se ha hablado del discurso de Pedro Sánchez en el Debate de Estado sobre la Nación. Obviamente, pendientes a las medidas para superar la inflación y marcar la ruta económica en lo que queda de legislatura. Frente a esa amenaza, el presidente también aprovechó para recordar la conquista de derechos civiles. Y es aquí donde pongo la lupa, sobre las menciones a la igualdad. Quizás a alguien no le parezca importante, pero resulta que las mujeres son la mitad de la población y muchas vidas dependen de esto.

Sánchez hizo una acertada mención al recurso en el Tribunal Constitucional sobre la ley del aborto, recordó la regresión de derechos de las mujeres en Estados Unidos y su posible réplica en España, defendió la aprobación de la ley del Sí es Sí o de la reforma de la ley de Interrupción del embarazo. También hizo una mención muy esperada, la de contemplar dentro de la agenda del Gobierno la abolición de la prostitución. No deja de tener su punto esta mención el día en que conocemos los audios donde Villarejo comenta: "¿Cómo se le ocurre a este hombre (Pedro Sánchez), a dos o tres semanas de las elecciones, sacar una ley contra la prostitución...?" Cómo no, hay señoros para los que la prostitución es un tema intocable y sagrado, no vayan a perder ese privilegio. No sabemos si el anuncio de Sánchez será más un brindis al sol porque no todos los grupos están de acuerdo (los hay cómplices con el regulacionismo) y esto es tocar un negocio criminal con mucho dinero en juego, que hará mucha presión, a costa de las más vulnerables. Pero no conseguirlo sería una traición a todas ellas. Lo que sí sé es que se ha quedado como uno de los últimos temas, cuando debía haber sido de los primeros de la legislatura. Pero quedan claras las prioridades cuando se trata de las más invisibles. 

Entiendo que el presidente se centró en que estos eran los objetivos hasta final de legislatura. Pero me resultó un error importante olvidar dos cosas. Uno, insistir en la conciliación familiar y la corresponsabilidad (sin ella, no hay crecimiento para la mitad de la población). Pero, sobre todo, que no hubiera mención a las víctimas de violencia de género en su discurso. Habrá quién diga "ya está la pesada esta" o "eso no era para el debate" pero las víctimas no se reconocen sin memoria. De eso sabemos mucho en este país. 

Sabemos también que la violencia de género es política, no es un suceso. Que la violencia de género tiene ya más víctimas que las que causó ETA, 1130 mujeres desde 2003. Pero ayer la oposición no paró de mencionarla. ETA cometió el último atentado en 2010. Y que frente a esa fecha ya histórica hace muy pocos días fue asesinada una mujer, 24 ya en este año. 24 mujeres asesinadas, menores asesinados, hijos e hijas en orfandad y 24 familias que han acabado rotas. Y nadie las mencionó, ni Gobierno ni oposición.

Era imprescindible hacer una mención, aunque fuera breve, a ellas y a su memoria, porque el terror sigue. Y hubiese sido un golpe en la mesa frente a un negacionismo que está ahí sentado, que es un peligro y que subestimamos día a día. No sé por qué sus asesinatos siguen tan normalizados. No sé por qué no se menciona como un problema más de Estado. Ayer mismo Abascal volvió a recordar la derogación de la ley del aborto y de violencia de género. Y su discurso está ya en Castilla y León. 

Lo único que sé es que las víctimas se sienten olvidadas. Es que no hablo solo de ataques, ni de agresiones, es que ni siquiera cuando nos matan somos recordadas como un asunto que concierne a todo el sistema. ¿Alguien recuerda el nombre de la última asesinada? ¿Alguien recuerda alguna manifestación por ella? ¿En qué situación dejamos a las que están luchando cada día, a las madres que aún pelean porque la justicia no les aparte de sus hijos? Es que Naciones Unidas ya nos ha dado varias advertencias en este sentido, dejando en desamparo a muchas de ellas. Entiendo que la ley de Violencia de Género es de 2004 pero el Pacto de Estado no, e insistir en la razón de la violencia de género tampoco. Hay que repetirlo día a día frente a quienes lo niegan. ¿Cómo avanzar en la ley del sí es sí o en la ley contra la prostitución si no insistimos en la base de la violencia de género?

La violencia de género es hablar de derechos humanos. Ojalá estas víctimas formen parte en lo que queda de debate. Aunque sea en una línea, aunque sea tarde. Porque lo que no se nombra, no existe. Y porque hubiese sido una forma de hacer justicia a ellas, la justicia que no encontraron en vida porque sus asesinatos son también un fallo del Estado y del país.  Y recuerdo algo importante. Este Gobierno tendrá complicado seguir si se descuida a una buena parte de sus votantes: el voto de las mujeres feministas. Que se tenga en cuenta.

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