Otras miradas

La resurrección de Rita Barberá

José Luis Morales

Periodista

La resurrección de Rita Barberá
Rita Barberá, en 2016, en el Senado.- EFE

Una de las sorpresas de la Intermunicipal Popular del pasado fin de semana en València ha sido la decisión sorpresiva adoptada por los dirigentes nacionales del PP de aprovechar su presencia en Valencia para realizar un sorpresivo homenaje a Rita Barberá, quien fuera a la alcaldesa de la ciudad durante más de 20 años. Y que, según fuentes populares, se trataba de  un intento de lavar ante su electorado la imagen que tanto la dirección nacional del PP, entonces dirigida por Mariano Rajoy, y la dirección regional, dirigida por Isabel Bonig, tuvo ante su militancia: desprecio hacia Rita. No hay que olvidar que los propios diputados y diputadas del PP-CV en Les Corts Valencianes llegaron a votar una reprobación contra Rita auspiciada por Compromís. Y hoy, algunos esos diputados son carteles electorales del PP-CV en la Comunitat.

Sin embargo, ninguno de los dirigentes ha expresado su arrepentimiento por lo sucedido, y como me decía un colega periodista hace unos días, "ni lo harán". Incluso, si se levantan algunos sumarios pendientes del Caso Azud que implican al cuñado de la ex alcaldesa, la volverán a guardar en el cajón. Desde el votante de derechas ese doble lenguaje con la situación de la ex alcaldesa no se entiende. Así, se desprende de las encuestas de la ciudad de Valencia, donde los populares no despegan ni recuperan pulso electoral.

Y es que el votante de centro derecha de la ciudad de València no veía lo negativo de Rita y todo lo sucedido alrededor de la ex alcaldesa, especialmente, su triste desenlace tiene un único culpable: cómo la trató la dirección nacional, y por consiguiente, el PP-CV, por lo que el homenaje del sábado con intervenciones como la de la Cuca Gamarra o Borja Sémper, que, en su momento, también le pidió un paso atrás, no han sido vistas de buen grado por ese votante, que esperaba una disculpa pública, y no únicamente un reconocimiento de su gestión.  Desde este electorado se entiende que los cuadros populares van ‘a su bola’ sin tener en cuenta lo que piensa la militancia, a la que acuden en función de los tiempos políticos y necesidades, pero sin tenerlos en cuenta a la hora de decidir.

Dicho reconocimiento de la gestión de Rita Barberá es en el fondo un intento de tratar de reenganchar con un votante que desde su caída no lo consigue fidelizar no sólo en la ciudad de Valencia sino también a lo largo en la Comunitat Valenciana, donde no consigue encontrar carteles electorales atractivos para sociedad.

Pero, el caso de la ciudad de València  no es solitario en toda la Comunitat los populares tienen dificultades para conciliar candidatos atractivos, que aglutinen el voto de centroderecha. Y en muchos casos se han buscado candidatos en clave interna, es decir, afines a la estructura regional, o provenientes de Ciudadanos, para tratar de cerrar esta formación política provocando a priori desconexiones entre militancia y partido. Esta semana se han nombrado una serie de candidatos en localidades de más de 20.000 habitantes. Y en algunos casos, las propuestas han ido marcadas por la polémica. Es el caso de la localidad de Calpe, donde la actual alcaldesa, Ana Sala, ha sido apartada de la candidatura por su antecesor, el diputado nacional, y ex alcalde, César Sánchez, argumentando la división de la agrupación desde el aparato provincial de Alicante, pero con extrañeza desde la militancia.

En la localidad de Alcira, donde el actual equipo local, que dirige José Andrés, ha sido sustituido por José Luis Palacios Tortolla, persona próxima a la ex alcaldesa, Elena Bastidas, y a la dirección regional, generando revuelo en la militancia local, al igual que en Oliva, donde se ha elegido a una persona próxima a Ciudadanos, Germán Salazar Pardo, algo que también ha sucedido en Elda, quedando apartadas las estructuras locales.

Otra situación similar ocurrió hace unas semanas en Gandia, donde el portavoz del PP en este ayuntamiento, Víctor Soler, fue apartado por el ex conseller de Hacienda en el último Consell del PP-CV, Juan Carlos Moragues, persona próxima a la secretaria general, María José Catalá, y que no ha tenido una presencia activa estos años en la agrupación local desde que abandonó la política, y cuyo efecto sobre el electorado y la militancia es una incógnita, como sucede en la mayoría de casos.

Otros nombramientos similares, basados en apuestas locales han sido el candidato de Alaquás, Vicente Cervera Chust, o en Sueca, con Carolina Torres González. En cambio, sí se ha tenido la opinión de las bases en Catarroja y Picassent, con Rafa Sanchis Muñoz e Inma González Martorell.  Por su parte, en La Vila Joiosa se ha apostado por recuperar una persona muy próxima al líder regional, como quien fuera a principios del siglo director del Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ), Marcos Zaragoza Mayor, mientras que en Crevillent se ha elegido como cartel electoral a una mujer, Lourdes Aznar Miralles.

Revulsivo en la izquierda

Más allá de los efectos del homenaje a Rita en el votante de centroderecha, su resurrección también ha tenido un efecto en el votante de la izquierda, pues, puede parece un nuevo revulsivo para una parte de la  izquierda que ya estaba desenganchándose de la política al no verse convencida con ciertas decisiones de los gobiernos del Botànic, tanto a nivel autonómico como municipales. La resurrección de Barberá puede ser un rearme de ese votante para que decida votar el 28 de mayo, acordándose de lo que suponía para ellos Rita.

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