Otras miradas

Una ley fuera del foco mediático

María Guijarro

Diputada del PSOE por Bizkaia

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, junto a un grupo de personas en las escalinatas del Congreso, a 9 de febrero de 2023, en Madrid (España). Foto: Eduardo Parra / Europa Press
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, junto a un grupo de personas en las escalinatas del Congreso, a 9 de febrero de 2023, en Madrid (España). Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Hablamos mucho del "barro" de la política. Hablamos mucho de la falta de diálogo y de consensos. Hablamos mucho de la crispación y los disensos. Pero a veces podríamos hablar de acuerdos y trabajo en común.

Y es que afortunadamente resulta que en el Parlamento también se aprueban leyes después de un trabajo intenso, riguroso y de contraste con todos los grupos y sectores. Eso sí, eco mediático, lo que se dice eco mediático, no hay tanto, o por lo menos no en la misma proporción.

Es el caso de la recién aprobada Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global. Una ley que salda una deuda de más de 20 años con la cooperación española. Que representa esa ciudadanía solidaria a la que nos debemos las políticas y políticos y la capacidad como país para abordar desafíos reales que nos permiten conquistar nuestro horizonte colectivo. Que habla del 0,7%, de la Ayuda Humanitaria o de las más de 2.800 personas cooperantes que nos representan a lo largo y ancho de este roto mundo.

Y la hemos construido desde el Grupo Socialista durante casi tres años, sumando fuerzas y consensos sólidos. Porque estamos seguras de que esta ley nos permite avanzar hacia un gran contrato social esencial para lograr ese futuro mejor, más inclusivo, justo y sostenible que nos debemos todos y todas. Que construye políticas palanca para avanzar en la agenda de transformación internacional que es la Agenda 2030.

Es esa política útil en la que creemos, que a través del BOE nos permite, y con mucho orgullo, continuar transformando la realidad. La local y la global.

Así que, en el Parlamento español, aunque no haya habido mucho foco mediático y sí mucho ruido, hemos conseguido que se hable y se acuerde sobre la raíz de muchos de nuestros problemas: la desigualdad. Uno de los principales desafíos de nuestro tiempo. Y en la tribuna de la soberanía popular no está de más recordarlo. Porque las personas, la vida de las personas más vulnerables, ha conseguido abrirse paso entre los escaños de este Hemiciclo, en un silencio respetuoso que nos debería golpear. Que deben ser y son el corazón de la política exterior de un país. Marca país.

Orgullo del Grupo Socialista, que hemos impulsado un modelo de cooperación y de país nacido de la colaboración y la participación activa, muy activa del sector. Nacido del diálogo y del compromiso político que, en nuestro caso, en el del Gobierno y en el de mi grupo parlamentario, nunca dejamos caer.

Propongo que de vez en cuando por lo menos giremos la mirada, giremos el foco mediático, que tampoco nos hará mal. Hay Leyes que son pioneras, buenas para el país y que tienen mucho trabajo, diálogo y consenso detrás. No las despreciemos solo porque no hacen ruido.

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