Otras miradas

Ayuso no funciona

Javier Padilla

Médico de Atención Primaria y diputado de Más Madrid en la Asamblea

Ayuso no funciona
A la izquierda, Isabel Díaz-Ayuso. A la derecha, Margaret Thatcher

"Los laboristas no funcionan"; con esa frase y un sencillo cartel de una cola de la oficina de empleo hicieron campaña los conservadores británicos entre 1978 y 1979, logrando que Margareth Thatcher llegara al poder (y el resto ya es historia). Esa campaña, que recibió premios de comunicación política con posterioridad, fue repetida frente a Obama o, incluso, frente a los propios conservadores británicos, cuando las colas que ahogaban al Reino Unido no eran las del paro sino las de espera en los hospitales.

Que las cosas no funcionen es, probablemente, de las pocas cosas que pueden hacer tambalearse a figuras políticas que se creen llamadas a mantenerse a perpetuidad en un cargo.

Lo que una vez encumbró a Thatcher es justamente lo que podría atacar en el punto más vulnerable de una de sus fans, Isabel Díaz Ayuso. "Los laboristas no funcionan" es, en 2023, "Ayuso no funciona".

La cola de la oficina de empleo del gobierno laborista es para Ayuso la cola de 856.580 personas esperando para una cirugía, una prueba o una consulta en la sanidad pública madrileña. Las 426.978 esperando más de 90 días. El millón de personas sin médico de Atención Primaria asignado. Los 285.000 que no tienen pediatra. Los 2.788 niños y niñas esperando Atención Temprana. Los 22 barrios o municipios sin el centro de salud que les prometieron...

... pero el Ayuso No Funciona no es solo sanitario. No funcionar es la forma del gobierno del Partido Popular de gestionar los servicios públicos. Los colegios sin construir mientras se ceden parcelas millonarias a empresas privadas para que levanten el enésimo colegio privado que tal vez sea concertado alguna vez. El metro en situación de quiebra técnica acercándose peligrosamente al desastre financiero. Las residencias de personas mayores, que suponen un coste inasumible para una parte importante de las personas mayores de la región, dando cada semana motivos para recordar que el cuidado de las personas no pueden hacerse usando como criterio central "el precio más bajo".

Que un gobierno funcione significa que equilibra las oportunidades y las capacidades de las personas para poder vivir mejor, con sus necesidades básicas más que garantizadas, llevando a cabo sus proyectos de vida y con una red de seguridad que garantice varias oportunidades si las cosas van mal dadas. Sin embargo, en esa suerte de liberalismo a medio hacer que nos gobierna, cualquiera de esas cosas sería vista como intervencionismo o tutelaje. ¿Guarderías infantiles públicas? No vamos a decirte cómo criar  ¿Parking y televisión gratuitas? Marxismo sanitario ¿Iluminación pública en las calles? Ya están las malcriadas que quieren llegar a casa.

En realidad, no es que Ayuso no funcione para todos. Hay una parte tan pequeña como escogida para quienes funciona a la perfección. Quienes reciben contratos o comisiones a dedo (y en régimen de familiaridad), quienes reciben las becas escolares para rentas altas, quienes heredan cifras millonarias sin pagar impuestos, quienes dirigen la sanidad privada en la Comunidad de Madrid, quienes acumulan licencias de Uber o Cabify en nuestra región, quienes se llaman Fondo y se apellidan Buitre y ya están dentro de la propiedad de la vivienda, de los centros sociosanitarios de atención en salud mental o de las residencias para personas dependientes.

Ayuso No Funciona para una mayoría social para la que Madrid no puede ser un parque temático para inversores con mentalidad de tiburón. Para esa mayoría social hace falta un gobierno que logre que en Madrid todo funcione. Las escuelas infantiles, los centros de salud, las residencias de personas mayores, el acceso a la vivienda o el transporte público.

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