Otras miradas

La importancia de legislar con perspectiva de género

Cristina Antoñanzas

Vicesecretaria general de UGT

Los avances en materia de igualdad en los últimos años en el ámbito laboral han puesto de manifiesto la importancia de legislar con perspectiva de género. Gracias a la inclusión transversal de la igualdad en las políticas públicas y las nuevas normativas, los derechos laborales de las mujeres se han ampliado considerablemente con las reivindicaciones y recomendaciones de nuestro sindicato en todas ellas.

En este Primero de Mayo es imprescindible destacar los avances logrados como fruto del diálogo social y la negociación colectiva en materia de igualdad. La creación de empleo de calidad para las mujeres, la recuperación de derechos laborales y la subida de los salarios deben ser elementos imprescindibles para avanzar hacia la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

Las medidas aprobadas durante los últimos tres años, entre ellas los ERTE y las sucesivas subidas del salario mínimo interprofesional, han afectado de forma directa y en un alto porcentaje a las mujeres, que son quienes cobran los salarios mínimos en los sectores más precarizados y quienes resultaron afectadas mayoritariamente por los ERTES. Del total de personas perceptoras del Salario Mínimo Interprofesional en 2023, seis de cada diez son mujeres.

Desde UGT seguimos señalando la discriminación que sufren las mujeres en el acceso al empleo: representan la mayoría de las personas contratadas a tiempo parcial, con contratos temporales, en los sectores de actividad peor remunerados y en las ocupaciones peor pagadas.

La reforma laboral ha supuesto un beneficio concreto para las mujeres de sectores precarizados y con bajos salarios, una medida legislativa más que afecta de forma directa a la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres, puesto que tiene por objetivo combatir los graves problemas del mercado de trabajo que arrastramos desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores: el desempleo y la temporalidad.

Como consecuencia de estos avances la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha reducido respecto del año anterior, logrando con ello una mejora en la redistribución de los beneficios y la riqueza hacia el logro de la equidad.

Actuar de manera decidida contra la feminización del contrato a tiempo parcial y la amplia tasa de desempleo de las mujeres es imprescindible para mantener el estado social, devolver el equilibrio a la negociación colectiva y tomar medidas serias contra la precariedad laboral.

La novedosa Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, recientemente adoptada el pasado 11 de abril, refuerza la aplicación del principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo o un trabajo de igual valor a través de medidas de transparencia retributiva y de mecanismos para su cumplimiento, un elemento indispensable para detectar la discriminación salarial y poder tomar actuaciones al respecto.

UGT sigue demandando medidas específicas dirigidas a fomentar la corresponsabilidad y hacer compatible la vida laboral, familiar y personal, para lograr el cumplimiento del principio de igualdad de trato y de oportunidades en el empleo y poner fin a la discriminación que las mujeres sufren en el mercado laboral.

Los cuidados siguen recayendo sobre las mujeres. Medidas como los permisos de cuidados individuales e intransferibles son un paso importante hacia la corresponsabilidad, así como la inversión en estructuras de carácter público para la atención a la infancia de 0 a 3 años, accesibles, gratuitos y de calidad. Asimismo, los centros de día y establecimientos para atención a personas mayores, dependientes o con discapacidad son imprescindibles para la conciliación.

En los lugares de trabajo, factores de riesgo como la precariedad o la realización del trabajo en condiciones de aislamiento son determinantes cuando se analizan los perfiles de las víctimas de acoso sexual, acoso por razón de sexo o violencia machista. Combatir las violencias machistas adoptando protocolos de acoso sexual y acoso por razón de sexo debe ser una prioridad en las empresas.

La desigualdad también afecta a las mujeres en la percepción de sus pensiones. La permanencia de las mujeres en el empleo después de los 65 años, al verse obligadas a alargar sus carreras profesionales para completar sus cotizaciones y acceder a una pensión de jubilación contributiva, denota que todavía hace falta transversalizar de forma eficiente la perspectiva de género en todas las políticas públicas y medidas legislativas.

En este Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores, día del movimiento obrero mundial, reivindicamos subir los salarios, bajar los precios y acabar con la usura y la avaricia de los beneficios empresariales, repartiendo estos beneficios y reduciendo la brecha salarial entre hombres y mujeres para avanzar hacia la igualdad real y efectiva.

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