Otras miradas

¿Para qué sirve el Ministerio de Trabajo?

Julen Bollain

Doctor en Estudios sobre Desarrollo, profesor e investigador en Mondragon Unibertsitatea

¿Para qué sirve el Ministerio de Trabajo?
La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comparece ante los medios de comunicación antes de la marcha por el Día Internacional de los Trabajadores en el Círculo de Bellas Artes, a 1 de mayo de 2023, en Madrid (España). Diego Radamés / Europa Press

¿Para qué sirve el Ministerio de Trabajo? Según el Partido Popular, Ciudadanos y VOX, para nada. Así lo manifestaron en más de una ocasión cuando se formó el gobierno de coalición. Pero, ¿sabéis qué? El tiempo y la hemeroteca, una vez más, les deja en evidencia. Se equivocaron y de qué manera. Incluso Pablo Iglesias, antes de la repetición electoral de 2019, envió a Pedro Sánchez una última propuesta donde afirmaba estar dispuesto a renunciar al Ministerio de Trabajo si el PSOE cedía a Unidas Podemos las competencias activas de empleo. Y es que, aunque a algunas personas les cueste reconocerlo, el Ministerio de Trabajo no solo es útil para mejorar la vida de muchas personas, sino que, además, se está demostrando que puede hacerlo bastante bien.

¿Cómo es esto posible? ¿No se decía que no tenía sentido tener un ministerio que se dedicara exclusivamente a las relaciones laborales y al empleo? ¿Para qué lo necesitamos si la sacrosanta ley de oferta y demanda debe ser quien, exclusivamente, vehicule las relaciones en el mercado laboral? Muy sencillo: porque la evidencia nos muestra que las relaciones laborales deben estar reguladas por un marco normativo que tenga en cuenta factores como el poder de negociación de la clase trabajadora, las condiciones de trabajo o los efectos sociales y económicos de las decisiones empresariales. Solo así conseguiremos un mercado laboral y unas relaciones laborales más justas y equilibradas, donde la clase trabajadora, la parte débil del contrato laboral, tenga una mayor protección y seguridad.

Y habrá quien diga que sí, que puede ser cierto, pero que tampoco nos vengamos arriba. Todo eso se puede lograr con un Ministerio de Trabajo donde realmente se trabaje, valga la redundancia, pero el gobierno sanchista, como diría Cuca Gamarra, de trabajar sabe poco. Es más de Falcon. Pues mira, tampoco en esto tienen razón. El primer gobierno de coalición en cuarenta años, que además debe buscar acuerdos para sacar adelante toda iniciativa porque está en minoría parlamentaria, ha aprobado en 192 normas en sus primeros tres años. 192 normas que salen adelante a pesar de una pandemia mundial, una guerra en territorio europeo, una crisis energética y de materias primas y, sobre todo, el apocalipsis augurado por la derecha ante cada una de las medidas impulsadas desde Moncloa.

"De acuerdo, pero que el gobierno haya aprobado muchas leyes no es incompatible con que el Ministerio de Trabajo sea inútil. ¿Ha hecho Yolanda Díaz algo que sirva para mejorar las vidas de la gente?" Es cierto que habrá quien vaya a recordar a Yolanda Díaz por pintar la cara reiteradamente a Teodoro García Ejea (¿alguien sabe qué es de él?), pero es más cierto aún que el Ministerio de Trabajo ha demostrado hacer política útil de verdad. Política útil a pesar de que la derecha y la patronal españolas siguen en su carrera particular por demostrar que son las peores a nivel europeo. Para ver la importancia de esta política útil, os dejo un pequeño resumen de tan solo cuatro de las medidas impulsadas por este ministerio que considero centrales:

1. Reforma laboral: La norma más controvertida del Ministerio, pero que los datos de empleo la avalan. Hoy mismo se publicaban los datos de abril, donde se puede apreciar un incremento en el empleo, una reducción del paro y una consolidación de la contratación indefinida. La afiliación a la Seguridad Social sigue batiendo récords, situándose por encima de los 20,6 millones de cotizantes por primera vez, el número de personas paradas se sitúa en su abril más bajo desde 2008 (2,8 millones) y la contratación indefinida en abril asciende hasta el 46% de los contratos firmados. Es destacable también que la tasa de temporalidad se sitúa en el 14% y en las personas menores de 30 años en el 21%, cuando antes de la reforma laboral eran del 30% y del 53% respectivamente. En cuanto a la situación de las personas jóvenes también se pueden apreciar las mejoras, reduciéndose en abril un 9% la tasa de desempleo y situándose el número de parados en la cifra más baja de la serie histórica. ¿Todavía queda mucho camino? Sin duda. Pero hemos comenzado a transitar por la buena dirección, con más empleo y de mayor calidad, con más mujeres y personas jóvenes incorporadas al mercado laboral.

2. Subida del Salario Mínimo Interprofesional: En 2023 se ha conseguido situar el SMI en 1.080€ al mes. Supone un acierto, aunque entiendo a quienes dicen que no es suficiente. Imagino que la propia Yolanda Díaz es de la misma opinión. Sin embargo, no debemos olvidar que el SMI era de 735€ cuando Rajoy fue censurado en mayo de 2018 y, en menos de 5 años, ha incrementado un 47%. Una medida que ha beneficiado a más de 2,5 millones de trabajadores y en cuya negociación la patronal ni siquiera se ha sentado. No se ha sentado pese a que los márgenes empresariales en España en 2022 se han incrementado un 7,9% mientras que en la media de la UE se han reducido un 3,1%.

3. Ley Rider: Otra medida importantísima que salió adelante con los votos en contra de la derecha y a pesar de unas presiones enormes por paralizarla. Un paso más hacia el cumplimiento de los derechos de las personas trabajadoras, obligando a regularizar a los falsos autónomos (que, por cierto, no olvidemos que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, recientemente también ha regularizado su situación aprovechando para subirse el sueldo un 9%, hasta casi 400.000€). Esta ley ha servido, por ejemplo, para que a Glovo acumule 205,3 millones de euros en multas por emplear a falsos autónomos y a inmigrantes sin permiso de trabajo, y ha permitido que se haya procedido a la regularización de miles trabajadores de esta empresa. La Ley Rider fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PP y VOX. Pero, ¿sabéis qué? 5 meses después de que fuera recurrida, la Comisión Europea siguió el camino de la Ley Rider y dio el primer paso para construir una Directiva europea que proteja a los 28 millones de trabajadores de plataformas digitales. El PP, obviamente, votó en contra.

4. Empleadas de hogar: Un paso crucial para avanzar en derechos laborales. A lo mejor no nos suene el convenio 189 adoptado por la Organización Internacional del Trabajo en 2011, pero éste garantiza derechos para las empleadas de hogar. En 2022, el Ministerio de Trabajo impulsó la ratificación de este convenio, que iguala las condiciones de las condiciones de las empleadas de hogar a la del resto de personas trabajadoras respecto a la protección de la Seguridad Social. Igualdad en cuanto a descansos y vacaciones y, sobre todo, por primera vez se reconoce su derecho a cobrar el paro. Una cuestión de justicia y dignidad, que ha costado 11 años conseguirla.

Viendo los datos de empleo y de conquistas en derechos, por tanto, parece que parte del mérito se le puede atribuir al Ministerio de Trabajo. Porque, aunque a alguno le pareciera extraño, tener un ministerio que trabaje y que realmente se dedique a promover las condiciones para la creación de empleo de calidad y a mejorarlas condiciones laborales de los y las trabajadoras, puede marcar la diferencia. Indudablemente, todo esto no sería posible sin voluntad política.

Y debe haber voluntad política para seguir mejorando. Porque, no nos engañemos, la realidad es que el mercado laboral en España sigue siendo muy precario. A pesar de los avances, aún hay muchas personas que trabajan en condiciones de mierda, con salarios bajos y al margen de los derechos laborales básicos. Y es aquí donde debe intensificar su ofensiva el Ministerio de Trabajo, como ya lo está haciendo por ejemplo mediante el reforzamiento de la Inspección de Trabajo. Es aquí donde toca redoblar esfuerzos y donde sigue siendo más importante que nunca. Porque, aunque quienes defienden los intereses de una minoría privilegiada que se beneficia de la desregulación y los abusos laborales lo tachen de inútil y de gasto innecesario, el Ministerio de Trabajo ha permitido avanzar en la protección y en la mejora de las condiciones laborales de la clase trabajadora.

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