Otras miradas

La okupa de Ana Rosa

Anita Botwin

Verdaderamente estamos asistiendo a una de las mayores okupaciones de los últimos tiempos. No hay duda de que la situación cada vez es más insostenible, encender la televisión se ha convertido en un auténtico horror tal y como están las cosas. Más concretamente si enciendes la televisión y pones Telecinco te das cuenta del nivel de okupación que estamos viviendo en los últimos días. Es una plaga y poca gente sabe qué hacer para revertir la situación. Nos inunda el miedo ante tanta okupación, mientras suena de fondo un anuncio de alarmas. Con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina y la casa sin barrer, asustados por las consecuencias de tremendo allanamiento. Y es que nos hemos dado de bruces con la mayor okupa del reino, Ana Rosa Quintana, A.R. para los amigos. Telecinco ha decidido cargarse Sálvame y a cambio Ana Rosa va a okupar ese espacio, pero no será desalojada de las mañanas ni mucho menos, ya que según ella va a seguir ahí "por lo menos hasta las elecciones".

La jugada está clara, es necesario okupar un canal para hacer propaganda de cara a las elecciones generales, hay que echar a Pedro Sánchez y a sus socios filoetarras, bolivarianos, socialcomunistas. Ya llevan años construyendo relatos y una realidad paralela en la que el miedo ocupa un lugar determinante. Lo disfrazan de seriedad, incluso de periodismo, para que parezca que lo que están contando es verdad, pero solo es la verdad que quieren que creamos. Una verdad inventada que emana de lo más profundo de las cloacas mediáticas, que tanto daño están haciendo a la veracidad y al derecho a la información de la ciudadanía.

Y mientras tanto, la okupa mayor del reino televisivo seguirá hablando de okupaciones de casas (0,01% concretamente), metiendo miedo a todo quien enciende su canal y se encuentra con ella a cualquier hora. Sobra decir que no hablará de desahucios, cuando la realidad es que se producen 15 veces más que las okupaciones. Es decir, es más que probable que te desahucien antes de que te okupen la casa. De hecho, esta semana se suicidaba una persona tras haber sido desahuciada, pero no ha habido espacio televisivo para él, porque es necesario seguir construyendo el relato de la derecha, el del miedo a lo inexistente. Ah, y hay que vender alarmas, eso también.

En esta okupación televisiva no podemos obviar tampoco que Jorge Javier Vázquez se ha declarado abiertamente en su programa como "rojo y maricón" y se le ha visto en un acto apoyando a la peligrosa comunista Yolanda Díaz, además de alabar públicamente a la ministra de Igualdad Irene Montero o a Pedro Sánchez. Con esas declaraciones y acercamiento al progresismo, era más que probable que fuera desalojado de la casa de Quintana y los demás poderes de Mediaset. En la casa no había sitio para las discrepancias, es necesario seguir las instrucciones de Borja Prado, que son al final las del Ibex 35.

Hay quien ha aplaudido el fin de Sálvame, pero tan solo eran unos okupas circenses más inofensivos que los de Ana Rosa y los suyos, por muy gritones que fueran. Jorge Javier y su equipo entretenían de mejor o peor manera, eso es cuestionable, pero al menos no forzaban cambios políticos que nos afectan a toda la ciudadanía. De hecho, Jorge Javier había manifestado en los últimos tiempos importantes discursos contra la violencia machista, contra la homofobia, el clasismo o el racismo ante millones de personas.

La productora de Ana Rosa se ha hecho con toda la parrilla de Telecinco para usar toda la artillería pesada de cara al próximo año de elecciones generales. Hablarán de okupaciones, como cada día, aunque no de la suya propia, hablarán de inseguridad ciudadana, de ETA o Venezuela y lo harán sin despeinarse, porque tienen claro su objetivo, crear una opinión en la ciudadanía completamente falsa, pero necesaria para dirigir el voto hacia la derecha.

La musa de las tertulias de la derecha ha decidido okupar un contenedor matinal de bulos y desinformación interesada, y además ponerlo en bucle para que todo el mundo pueda ser testigo de sus bulos y ataques a la izquierda.

No sabemos hasta qué punto incidirá esta okupación en los procesos electorales del año próximo, pero lo que sí es claro es que en Mediaset, la derecha y la extrema derecha ya han ganado.

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