Otras miradas

No habrá Ministerio de Igualdad, pero sí hay 21 mujeres asesinadas

No habrá Ministerio de Igualdad, pero sí hay 21 mujeres asesinadas
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el programa de Onda Cero Más de Uno

"¿Habrá Ministerio de Igualdad?", pregunta Alsina, periodista de Onda Cero. "En mi época algunos ministerios de hoy eran subdirecciones generales. Como el de Consumo. El ministerio de Igualdad era un departamento. Habrá cinco o seis ministerios que sobren en España". Esta ha sido la respuesta de Alberto Nuñez Feijóo, candidato del PP a las elecciones generales.

Esté quien esté al frente, no hay ministerio que a lo largo de su existencia haya levantado más ampollas y debates que un Ministerio de Igualdad. Desde su creación se dudaba incluso de su legitimidad. Y eso que hay otros ministerios que, a lo largo de toda su historia, han hecho actuaciones peores. Esto no es un análisis sobre quién está al frente, sino de si debe existir o no un Ministerio de Igualdad, con lo que ello representa.

No sé de qué época hablaba Feijóo, lo que sabemos es que las sociedades democráticas evolucionan, avanzan y, con ello, los derechos humanos. La época en la que estamos es el siglo XXI, año 2023, y si hay un Ministerio de Igualdad es porque justo en esa materia estamos más atrás del año presente. La Igualdad no puede ser un concepto de quita y pon, sino un eje transversal y continuo. 

Y sí, por supuesto, el feminismo no es idiota y no quiere solo actos simbólicos, sino realidades. Pero es que la capacidad de propuesta e interlocución sobre los derechos humanos de las mujeres tiene mayor peso y escucha desde un ministerio propio que desde fuera de él. En los Ministerios las jerarquías importan. Y no es igual tener voz autónoma y propia que formar parte de una coral donde a ver quién grita más.

Habrá quien diga que un Ministerio de Igualdad no sirve de nada. Eso puede ser si se aprueban leyes o medidas y luego no se aplican por sus responsables. Entonces, como indicaba hace unos días el informe Cedaw de Naciones Unidas, el problema no son las leyes ni la existencia de un Ministerio sino la limitada aplicación de la norma y la "cultura judicial" que limita su desarrollo. Así que si con Ministerio propio se ningunean nuestros derechos, imaginen lo que contaremos sin él. 

De lo contrario, se demuestra que los asuntos de la mitad de la población son prescindibles pero se gobierna siempre para todo el mundo, para los que te votan y para los que no. La presencia o ausencia de determinados ministerios no puede estar a expensas de cuestiones ideológicas o económicas. Porque si hace unos días Margallo decía en la Cadena Ser que, a diferencia de Vox, el Partido Popular siempre apoyará la lucha contra la violencia de género, Vox ahora mismo está aplaudiendo las declaraciones de Feijóo pues uno de los sueños de Abascal era acabar con este ministerio. A no ser que molesten algunas de sus medidas más recientes, como los avances en el derecho al aborto, comprometido hasta hace nada en el Tribunal Constitucional por recurso del PP tras diez años, o que en esta legislatura se haya acordado que los maltratadores no pueden tener régimen de visitas con sus hijos. 

Quizás, por aquello de las épocas, habrá que recordar que el compromiso de la creación de un Ministerio de Igualdad en España parte de la Conferencia de Beijing en 1995, y que este Ministerio existe también en otros países de Europa a pesar del bulo de que éramos los únicos. Lo que sí sabemos de su historia es que después de que se creara bajo el Gobierno de Zapatero, la presión que este ministerio recibió fue de tal calibre que se prescindió de él en plena crisis económica siendo relegado a un segundo orden, a pesar de ser uno de los ministerios de menor gasto.

Lo simbólico es lo de siempre. Que lo de las mujeres son asuntos de segunda, que se puede incluir en otras áreas porque es la hermana pequeña de la agenda, que lo nuestro es menos importante. Creo que no hay ningún ministerio donde las personas a las que van dirigidas sus políticas sean asesinadas, menos el nuestro. No hay un sistema estructural que mate a agricultores, ni a pescadores, ni a sanitarios, ni deportistas o docentes. A nosotras el machismo nos sigue matando. 

No habrá Ministerio de Igualdad pero sí hay este año 21 mujeres asesinadas, más de 1200 desde 2003, un 56% más de violaciones grupales por menores, una violación denunciada cada cuatro horas, una juventud más negacionista de la violencia de género o brecha salarial. Temas vitales a los que hacer frente. No habrá Ministerio de Igualdad pero lo que sí sabemos es que quedará mucho más machismo al que hacer frente.

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